Un millón por el bólido de Paul Walker

Hay veces que el sentido de la oportunidad llega a ser un don, y otras en las que se convierte en una jugada de dudoso gusto. El Nissan Skyline GT-R de color azul que el actor Paul Walker condujo en la cuarta entrega de la saga Fast & Furious (A todo gas, en su título en castellano) fue puesto a la venta el pasado agosto por 300.000 euros. Hasta aquí todo normal. Muchos coches de películas han seguido el mismo camino, acabando en manos de coleccionistas que garantizan su conservación y supervivencia.

Pero, a raíz de la muerte de Walker el pasado día 30 de noviembre, llega el punto de inflexión de la historia: apenas unos días después del trágico accidente, el precio del coche subió a nada menos que un millón de euros, y los usuarios de las redes sociales incendiaron Internet. El modelo fue visto primero en un vídeo colgado por la publicación alemana GRIP, donde el dueño mostraba el certificado del vehículo, y después, ya con el precio aumentado, en Mobile.de, una página online también alemana de compraventa de automóviles.

La falta de respeto que muestra el vendedor es la opinión más común entre los comentarios colgados por los internautas, 216 hasta el momento; varios opinan que debería haber esperado más tiempo para ofrecerlo. En la web de compraventa, por su parte, aparece actualmente un mensaje que alerta de que el coche ya no está disponible. Tras contactar por teléfono, la compañía comunica que "el anuncio se ha retirado temporalmente para comprobar que cumple todos los términos y condiciones legales de uso, como, por ejemplo, que no dañe los derechos de terceros". Una vez aclaradas estas cuestiones, "se decidirá cómo actuar".

El Nissan Skyline GT-R es un deportivo japonés de los años noventa famoso por su poderío mecánico y dinamismo. Tiene motor turbo y tracción 4x4, y es uno de los modelos preferidos entre los aficionados al tuning y las modificaciones, porque hay muchas piezas y kit de potenciación que suministra la propia Nissan. En España, puede encontrarse uno de segunda mano sin alterar (280 CV) desde unos 6.000 euros, aunque las preparaciones más potentes (450 CV o más) superan los 40.000.

Para el rodaje de la película se compraron ocho Skyline, y solo este superó las filmaciones sin daños, porque tuvo la suerte de emplearse en las escenas de conducción normal, no de acción. Se ganó el apelativo de hero, y también su lugar en el salón de la fama de los coches.