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China busca por cielo, mar y tierra al director Zhang Yimou… y a sus siete hijos

Las autoridades investigan la prole del famoso cineasta, a quien podrían imponer una multa de 20 millones de euros por violar la ley del hijo único

El director de cine chino Zhang Yimou.
El director de cine chino Zhang Yimou.CORDON PRESS

El gobierno chino quiere dejar bien claro que nadie está por encima de la ley. Y menos si se trata de la norma que restringe la natalidad en el país más poblado del mundo. Así, ni siquiera el hombre que maravilló al mundo con la espectacular ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 está exento de pagar un elevado precio por haber engendrado una extensa prole.

Por eso, las autoridades buscan a Zhang Yimou, el célebre cineasta que primero exploró el lado más íntimo de la idiosincrasia china en películas como La linterna roja o La semilla del crisantemo, que luego reinventó el género de artes marciales con Hero o La casa de las dagas voladoras, y que, finalmente, inició la cooperación entre Hollywood y el Gran Dragón con Las flores de la guerra. A pesar de su ajetreada vida, a Zhang no le faltó tiempo para tener al menos siete descendientes.

La información sobre su familia salió a la luz por primera vez en mayo, cuando los internautas ataron cabos y dibujaron el frondoso árbol genealógico del director. La Comisión para la Población y la Planificación Familiar de Wuxi, la localidad de la que es originaria su mujer, Chen Ting, se puso manos a la obra y abrió una investigación. “Hemos enviado multitud de cartas al Beijing Film Group, pero no hemos recibido ninguna respuesta satisfactoria”, aseguró a la agencia oficial Xinhua un miembro de la Comisión. Por eso, un grupo de investigadores se desplazó hasta Pekín para darle caza. Pero hasta este miércoles todavía no había conseguido dar con él. Y, al parecer, tampoco con su esposa y sus hijos.

Es fácil entender por qué Zhang, de 61 años, ha preferido esconderse: se enfrenta a una multa de hasta 160 millones de yuanes (20 millones de euros) y a otras sanciones que podrían afectar a su trabajo y al trato de favor que tanto él como su productora reciben del Gobierno. Y no importa que hace una semana la cúpula del Partido Comunista haya aprobado la relajación de la ley del hijo único. Porque, en el mejor de los casos, los chinos solo podrán tener dos, y solo si uno de los miembros de la pareja ha crecido sin hermanos.

Hasta ahora, muchos poderosos han utilizado su influencia política o su dinero para procrear cuanto deseaban, pero Internet se ha convertido en su peor enemigo. Sus desmanes corren como la pólvora en la Red, y las autoridades se ven obligadas a dar ejemplo. Así, Zhang Yimou, en su tiempo el enfant terrible del cine chino, puede convertirse ahora en un caso ejemplarizante para calmar a una población cada vez más exigente con sus dirigentes. Por eso, quienes lo buscan lo tienen claro: “No importa quién esté involucrado, todos los nacimientos ilegales tienen que ser castigados según la ley”.

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