Berlusconi: “Mis hijos se sienten como las familias de judíos con Hitler”
El ex primer ministro italiano asegura que tanto él como sus hijos sienten que nadie les apoya, aunque no se plantea irse de Italia
De sobras son conocidas las salidas de tono de Silvio Berlusconi, un experto a la hora de lanzar los titulares más polémicos, alguien capaz de llamar a los italianos contra la magistratura y de calificar de “feministas y comunistas” a las juezas de su millonario divorcio de Veronica Lario. Retirado, por ahora, de la primera línea política, el expresidente del Gobierno italiano ha lanzado una nueva perla al responder si ha tenido ganas de dejar Italia alguna vez. Sus hijos “se sienten como las familias de judíos con Hitler”, le dijo al periodista italiano Bruno Vespa. Unas declaraciones que se van a publicar en el libro Sale, zucchero e ceffè (Sal, azúcar y café) del que se están adelantando algunos extractos, libro que se publicará en breve, probablemente sobre el 27 de noviembre, día en el que se produce la votación en el Senado sobre la expulsión de Berlusconi.
“Mis hijos dicen que se sienten como debían sentirse las familias judías en Alemania durante el régimen de Adolf Hitler. Tenemos realmente a todos en contra nuestro”, así de tajante le contestó al periodista cuando quiso saber si él o alguno de sus hijos han querido alguna vez deshacerse de todos sus bienes y abandonar Italia. Pero Il Cavalieri no tiene ninguna intención de alejarse de la vida política, económica y mediática italiana, él es “italiano al 100 por 100” y asegura que es en ese país donde ha llegado a ser todo lo que es: empresario, hombre del deporte y líder político. “Este es mi país, el país que amo y en el que tengo a toda mi familia, amigos, empresas, la casa… Ni siquiera considero la posibilidad de salir de Italia”. Marcello Pezzetti, director de la Fundación para el Museo de la Shoah no ha escatimado en calificativos al periódico La Reppublica: "Dios mio no, ¿pero cómo se dice una estupidad de este género? No es posible. Es una declaración absurda, sostener una cosa así es anti-histórico".
Berlusconi, de 77 años, también habla sobre la sentencia del Tribunal Supremo de Italia que le condenó a 4 años de cárcel –que han quedado reducidos a un año de prisión y dos de inhabilitación- por el fraude fiscal en el caso Mediaset. “Mi primer sentimiento fue de no creérmelo. Me parecía imposible que me estuviese pasando todo esto”. Preso de una profunda indiganción tras esa decisión, dice que esta no la abandonado aún. "He pensado mucho cuanto sufrirían mis padres si estuvieran aquí, y me he preguntado como hubiesen querido que me comportase. Creo que con la misma dignidad que me han enseñado siempre". Justo después de conocer su sentencia el exmandatario lanzó un videomensaje en el que llamaba a los italianos a rebelarse contra la magistratura.
Su comentario inmediatamente ha despertado las reacciones negativas de la izquierda y de la Unión de Comunidades Judías de Italia. “La Italia republicana es una democracia. La Alemania nazi era una dictadura dirigida por criminales sin escrúpulos que han teorizado y cometido los crímenes más graves contra la humanidad”, ha declarado Renzo Gattegna, presidente de la Unión de las Comunidades judías de Italia. “Cualquier comparación con los asuntos de la familia Berlusconi no sólo es inapropiado e incomprensible, representa una ofensa a la memoria de aquellos que no solamente fueron privados de todos sus derechos, sino que incluso fueron privados de su vida”, ha añadido Gattegna. El Partido Demócrata, el principal partido de izquierdas italiano, de ha ido un paso más allá y ha pedido a Berlusconi que pida disculpas.
El apoyo le ha venido desde las filas de su partido el Pueblo de la Libertad, a pesar de que hace poco una de sus mayores decepciones fue la traición de su propio delfín Angelino Alfano. En esta ocasión ha salido en su defensa el diputado Luca d’Alessandro, quien dentro de todo el juego político no ha dudado en criticar a los demócratas: “La reacción del PD frente al estado de ánimo del señor Berlusconi no solo es exagerado y manipulado, sino que muestra que hay una terrible furia contra él por parte de la izquierda, dispuesta a utilizar sus palabras para crear un escándalo”.
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