El mejor sitio del mundo para ver elefantes
Viajo estos días por Botswana y Zimbabwe acompañando a un grupo de aventureros de Cadena Ser Viajes, muchos de los cuales no habían visto un elefante en su vida. La cara de sorpresa que pusieron cuando hace tres días se nos cruzó la primera manada por la carretera asfaltada que lleva de Nata a Kasane no la olvidaré en la vida. Camiones, coches y todoterrenos tuvimos que frenar en seco para no topárnoslos. Ellos (los elefantes) ni se inmutaron. Pasaron tan cerca de la ventanilla de nuestro camión que daba de ganas de bajar y acariciar a los bebés que desfilaban bajo el vientre de sus madres.
Luego, cuando nos metimos en el interior del parque, empezamos a ver tantos elefantes de tantos tamaños y en tan diversas situaciones, que la gente ya ni se molestaba en sacar la cámara de fotos (es normal, comer caviar todos los días debe cansar también). Y es que en Bostwana es más fácil tropezarse con un paquidermo que con un humano: solo viven 2 millones de personas en un territorio tan grande como Francia.
Por las noches acampamos con nuestras tiendas dentro del parque, entre rugidos de leones e hipopótamos, para disfrutar de la inigualable sensación de estar solos en torno a una hoguera y en medio del África más salvaje. Una experiencia sublime. El momento de mayor tensión ocurrió una noche que oímos ruidos no muy lejanos. Afinamos el oído y escuchamos el estruendo que produce un gran árbol al ser derribado: ¡una familia de elefantes estaba “cenando” a pocos metros de nuestro campamento! La mayoría de mis acompañantes no había dormido en su vida en un lugar como éste. Os podéis imaginar su excitación… y las preguntas que me hacían: ”¿Llegarán hasta el campamento? ¿Verán de noche nuestras tiendas? ¿nos pisaran y pasarán por encima?” Como siempre pasa, la magia de África terminó por atraparlos y más de uno estaba pensando en comprarse un par de elefantes para soltarlos por su barrio porque dormir ya el resto de su vida sin la excitación de la fauna salvaje rondando su cama les parecía muy aburrido.
Pero esta concentración de elefantes puede llegar a ser un problema. Un paquidermo adulto consume 350 kilos de vegetación y 140 litros de agua al día. Multiplicad por 120.000 y sale una cantidad monstruosa de biomasa. Los elefantes son los bulldozer de la selva y destrozan todo lo que encuentra a su paso.
Mientras que en algunos de los 37 países de África donde hay elefantes estos están declarados especie vulnerable porque los furtivos casi han acabado con ellos, en otras, como en este parque nacional de Chobe, en Botswana, o el parque de Hwange, en Zimbabwe, las autoridades tienen que tomar medidas para controlar la población. Y de momento solo hay dos: capturarlos para llevarlos a zonas donde haya poca densidad (una operación carísima para un continente pobre como África) o matarlos de forma selectiva (y cobrar de paso suculentas sumas a los cazadores deportivos que quieran pegarle impunemente un tiro a un elefante desde un coche con toda la seguridad del mundo). Es decir, que el asunto del rey y la caza de elefantes en Botswana no era ilegal, aunque si inmoral.
Por su parte, Botswana anuncio hace poco que en 2014 dejaría de utilizar la caza deportiva como formas de control de especie con superpoblación.
Consejos prácticos: la mejor época para ver animales en el Chobe es la estación seca, especialmente desde mediados de agosto a principios de octubre. El acceso más conocido está en Kasane, al noroeste de Botswana. Aquí hay muchos lodges, hoteles, campings y empresas que organizan safaris en el interior. Muy recomendable es hacer una mañana un paseo en barca por el río en los alrededores de Kasane; solo con esto ya ves más animales, incluidos elefantes, que en otros parques de África. La mayoría de clientes hace también recorridos en todoterreno de unas tres horas por el parque con vuelta al hotel. Pero si de verdad queréis vivir y sentir la naturaleza africana contratar con alguna empresa una estancia de dos o tres días dentro durmiendo en tiendas en algunas de las zonas autorizadas del parque. ¡Alucinaréis!
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