Naruhito, el príncipe aperturista
El heredero al trono de Japón visita España Desde hace años defiende dentro de la familia imperial la necesidad de acercarse a la gente Negocia con su familia y el gobierno que se modifique la ley de sucesión para que su única hija pueda reinar algún día
Hiro-no-miya Naruhito Shinno es el nombre completo del heredero al trono del Crisantemo, un hombre educado durante su infancia en el severo protocolo de la corte imperial del que logró deshacerse un tiempo durante su juventud. Es, sin duda, el más aperturista de su familia. En una de sus escasas entrevistas, concedida hace tres años con motivo de su 50 cumpleaño,s Naruhito aseguró que con el tiempo el papel de su familia ha ido cambiando, intentando acercarse más a la gente, a la vez que se comprometió a estudiar "cómo debe ser en un futuro". Una de las pruebas más recientes es la presencia de sus padres, los emperadores, junto a las víctimas del tsunami en 2011. Estos días está de visita en España.
Una de las grandes tareas que tiene por delante Naruhito es convencer a su familia y al gobierno de la necesidad de cambiar la ley de sucesión de la casa imperial ya que su única hija, la princesa Aiko, de 12 años, tiene vetado el acceso al Trono por la ley sálica que aún impera en Japón. Por línea sucesoria, el siguiente heredero sería el sobrino varón de Naruhito, el príncipe Hisahito, hijo de su hermano, el príncipe Akishino.
El príncipe ha explicado que en alguna ocasión ha hablado del asunto con su hermano y con el gobierno sin que haya trascendido en qué momento están las negociaciones.
Naruhito es el más aperturista de la familia y el más viajero. Graduado en Historia de la Facultad de Letras de la Universidad de Gakushuin, se especializó en Historia Medieval de Japón pero continuó sus estudios en la Universidad de Oxford, donde realizó una tesis sobre el transporte marítimo en Támesis. Ha visitado muchos países de Europa, América y África tanto en viajes privados como en otros representando a la Casa Imperial.
Hace 20 años contrajo matrimonio con la diplomática, licenciada en económicas en Harvard, Masako Owada, hija de un viceministro de Exteriores japonés, a quien conoció siete años antes y quien no fue bien vista en principio por la familia imperial.
Masako vive inmersa en una profunda depresión provocada por las fuertes presiones por tener un hijo varón y por la rigidez de la vida en palacio. Hace un mes, con motivo de la entronización de Guillermo de Holanda al trono hizo una excepción y salió de su encierro para asistir a algunos de los actos organizados con este motivo. Sin embargo, Naruhito vuelve a estar solo. Ha viajado a España sin Masako, que ha regresado a su encierro y vuelve a estar triste.
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