Lo que nadie me dijo antes de tener un perro (1) Amor a 5 bandas

Un perro ata mucho, me advirtieron, debes sacarlo tres veces al día, no podrás volver a viajar con la libertad que lo hacías antes, vivirás estresada por la obligación de volver a casa (¡tantas horas solo!) y mil historias más de esclavitud.
Cecilia Jan ha escrito en el gran blog De mamas and de papaslos pequeños cambios que nadie te cuenta antes de tener hijos.A mi no me contaron que en la tarea diaria del paseo me toparía con otros perros, adosados a sus dueños por bandas anchas, cordones flexibles o lazos invisibles de apego. Primero conoces sus nombres, miras hacia abajo, a la infinita variedad de animales que sacuden la cola cuando te acercas o se dejan oler por la incansableMatilda. Después observas al hombre o la mujer que sujeta la correa. Unos, los menos, pasan de largo, incómodos ante el trance de intercambiar dos palabras. Igualmente, sus perros resultan esquivos o distantes. Qué coincidencia.Otros te sonríen tímidamente pero están dispuestos a revelar el apelativo del perro si preguntas. Aunque pronto cortan la comunicación con un "¡Vamos!", dirigido a su compañero.
Y luego, una noche tan desapacible como lo han sido casi todas este invierno, atisbas el único foco de calor en el descampado: un ladrido y un cigarro que se enciende. El sonido proviene de un teckel con cara de chiste y lengua descolocada que mueve frenéticamente el rabo al descubrir a mi perra. Una chica embutida en botas y plumas negro habla por teléfono con un sin manos mientras fuma. Se mueve en círculos, o sea que, o discute con el novio o la cosa va de trabajo. Al acercarme compruebo que el lenguaje en clave significa conversación con el jefe o alguien así. Los perros echan a correr, persiguiéndose el uno al otro para descansar solo con un cuerpo a cuerpo digno de la lucha libre más telegénica.
Colgado el teléfono, me recibe una sonrisa amplia como el paisaje oscuro que nos rodea. La conversación, mientras contemplamos la danza animal, recorre los tópicos: edad (9 meses), nombre (Trufo), inclemencias del tiempo (vaya asco de invierno). Poco más recuerdo. No sé si fue esa noche o alguna posterior la chavala, a la que no echaría más de 25 años, dice algo de su "marido".
Otro día, Trufo arrastra con su correa marrón a un chico igualmente joven, pero trajeado. Es el famoso marido, amigable como su mujer. Ampliamos los detalles sobre nuestros respectivos perros, que repiten ritual. Unas veces solas, otras acompañadas, varias veladas de lluvia, viento y frío dibujan nuestros trabajos, gustos y costumbres. Cuando vuelvo a casa, me doy cuenta de que me llevo mucho más que el barro pegado a los zapatos y un contacto del Whatsapp.
Trufo y Matilda se citan a diario. Cuando llega uno, el otro echa a correr como si no hubiera un mañana. Una tarde recibo un mensaje: "Ha ocurrido un incidente". Con una cerveza, Andrea y Jesús me cuentan que su perro se ha fugado del descampado, ha cruzado la calle y se ha plantado en mi portal. Matilda ladraba en la terraza.
Trufo se ausenta varios fines de semana. Sus dueños viajan mucho. Matilda le echa de menos. Yo también, pero a los tres. Vuelvo de un viaje a casa (había muerto un tío mío) y me invitan a cenar jamón y tomates de Extremadura, el lugar de origen de Jesús. Habían pensado que así me ayudarían a digerir unos días dolorosos. Es la gran orgía de los perros y nuestra primera cita.El vino y la noche abren puertas. Descubro que los dos ejecutivos son inteligentes, generosos, mucho, rápidos y divertidos. Desde entonces, al paseo le sigue una cerveza, una cena improvisada, planes para ofrecer en casa los productos de nuestra tierra. Cuando se va Jesús de viaje, los cuatro restantes cenamos siempre juntos una dieta de confidencias, aire libre y profusos lametones de Trufo.
Un día el teckel enferma. Le van a hacer una ecografía, porque llora, está inquieto y no quiere comer. Alicia, la veterinaria, dictamina: "Lo que le pasa a este es el celo de Matilda". Nos quedamos boquiabiertos. Trufo es capaz de oler a una manzana de distancia la primera cita de mi perra con la reproducción. La solución es una terapia de choque: les juntamos,Matilda le suelta un bufido cuando el otro intenta montarla y listo.
No. No me dijeron que aquella cachorra de dos kilos me regalaría pequeñas intimidades en un descampado inhóspito, señaladas por un mechero que se enciende y una tarde que se apaga. Que entraría con desparpajo en un piso alquilado donde pretendió robar una lasca de jamón y el agua de su colega. Que observaría en mi casa como Trufo destripaba sus juguetes uno a uno, sin preocuparse demasiado, porque al fín y al cabo, era él y no otro la máquina devoradora.
Tampoco me dijeron que la joven auditora se volvía loca pinchando mi música favorita fruto de atacar mis cedés después de haberse ventilado media botella de Ribera del Duero. Ni que el alto ejecutivo, que es un fiera de los números y un buen negociador, convirtió el malecón de La Habana en el mejor escenario romántico.
Andrea se va hoy a trabajar a Nueva York. Ella dice que Trufo y Matilda, ensimismados con sus morreos, no notarán su ausencia. Pero sé que no son tan tontos y que nos mirarán a Jesús y a mi preguntándonos donde diablos se ha metido esa mujer de uñas cuidadosamente pintadas y sonrisa infantil.
PD: No soy la única. Espero que me contéis vuestras particulares historias de amor perrunas. Así me consoláis.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
El Gobierno de Petro vuelve a la vieja fórmula del glifosato contra los cultivos de coca, esta vez con drones
Raúl Rocha Cantú, dueño de Miss Universo, pierde la protección judicial como testigo colaborador
Venezuela se abraza a China y Rusia ante el cerco de Trump a los buques petroleros
El PP llega a un acuerdo con Vox para aprobar los presupuestos de Sevilla
Lo más visto
- Lotería de Navidad 2025, en directo | 79432, el primer premio de la Lotería de Navidad
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con los números premiados
- Los resultados de las autonómicas en Extremadura, municipio a municipio
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”






























































