Michael J. Fox: regreso al presente
El actor alcanzó el éxito global, pero hace 20 años le diagnosticaron párkinson Entró en una rueda de depresión y alcohol. Salió, gracias a su familia, y se volcó en la lucha Ahora vuelve con una serie autobiográfica que es la más esperada del otoño televisivo
Cuando Michael J. Fox recibió el diagnóstico de que tenía párkinson, su primera reacción fue esconderse. Tenía 30 años; una fama internacional en el cine y en la televisión, gracias a la saga de películas Regreso al futuro y series como Enredos de familia (Family ties) y Loca alcaldía (Spin City), y un cuerpo que no le respondía por culpa de una enfermedad degenerativa sin cura.
Y esas cosas no hacen gracia. Eso es lo que pensó. Así que, primero, se calló el diagnóstico y luego, cuando los efectos fueron imposibles de ocultar, se retiró de la interpretación.
Desde entonces han pasado dos décadas. Fox ha cumplido 51 años y sigue siendo víctima de la misma enfermedad neurológica para la que sigue sin haber cura. Pero también continúa siendo actor. Regresa este año con su propia serie de televisión, que lleva su nombre en el título, The Michael J. Fox show, y que se ha convertido en el estreno de ficción televisiva más esperado de la próxima temporada, el que todos ponen por las nubes y que, irónicamente, está centrado en un profesional y padre de familia que vuelve a su trabajo tras haber sido diagnosticado con la enfermedad de Parkinson. ¿Coincidencia? Nada más lejos de la realidad. ¿Explotación sensiblera? No es la idea. Simplemente, otro fragmento de la vida cotidiana de un amplio colectivo que equilibra el día a día entre el trabajo, la familia y esa enfermedad que vive con ellos, se llame como se llame. Todo esto abordado con humor en una sitcom con la que este actor confía pasar un buen rato y compartirlo con los espectadores.
Ese fue el espíritu que llevó a este canadiense a la interpretación hace ya 40 años. Pasar un buen rato. Para eso dejó sus estudios y comenzó a trabajar desde niño. Primero en series locales como Leo & me, hasta que estas dieron paso a la conquista del mercado estadounidense de los ochenta con el exitazo de Enredos de familia y, finalmente, a la de todo el mundo, desde la gran pantalla, conservando el mismo aire de niño, pero esta vez a bordo de un monopatín, en la piel del mítico Marty McFly de Regreso al futuro.
Con su perenne aire juvenil se ganó rápidamente la fama y la popularidad con una carrera por la que también ha merecido cinco premios Emmy de televisión. La crítica lo considera una de las estrellas más adoradas de la pantalla, mientras que su esposa, Tracy Pollan, también actriz, a la que conoció en Enredos de familia, lo llama “el alcalde” por la cantidad de gente que le para por la calle. Pero un tic incontrolable en un dedo le llevó a un diagnóstico inesperado en 1991, una dolencia que admitió públicamente en 1998 y que dos años más tarde le llevó a abandonar cualquier tipo de escenario.
Interpreta a un periodista con párkinson. La serie está rodada con una sola cámara para poder adaptarse lo mejor posible al ritmo del actor
“Es como si otro estuviera controlando mis movimientos”, declaró acerca de la falta de control sobre su propio cuerpo. Desde entonces, Fox ha pasado por todas las fases. Primero, la depresión, que, como reconoce en sus memorias, A funny thing happened on the way to the future, le llevó al alcoholismo. “Si no puedo acabar con la enfermedad, al menos puedo acabar conmigo”, comentó, recordando ese periodo del que salió adelante gracias a su esposa.
Luego vino la lucha. El actor creó hace 10 años la Fundación Michael J. Fox, con la que ha sido capaz de recaudar más de 233 millones de euros para la investigación y control del párkinson. Admirador del compromiso y la militancia solidaria de compañeros de profesión como George Clooney o Sean Penn, la de Fox es una campaña activa, en la que utiliza su nombre para llamar la atención sobre una enfermedad que afecta a muchos y por la que se podría hacer mucho más. Una campaña con la que, además de recaudar dinero, también elige bien dónde invertirlo, apostando por esos candidatos que son favorables a la investigación de células madre.
Y ahora llega la fase de aceptación. Este no es su primer papel en televisión desde el diagnóstico, ni la primera vez que incorpora el párkinson en sus personajes. Fox ha trabajado de forma esporádica en series como Equipo de rescate, The good wife o Curb your enthusiasm, y, ya sea en clave de comedia o de forma dramática, ha incorporado su enfermedad en la trama. Pero la nueva serie va más allá y guarda similitudes con el resto de su vida. El personaje protagonista es un periodista, Mike Henry, con tres hijos (Fox tiene cuatro) que, como él, vive en Nueva York. Alguien que lucha contra su enfermedad a la vez que se vuelca en su familia y en su trabajo, quizá en ocasiones demasiado. Pero sobre todo es una serie familiar cargada de humor por la que hace un año se pelearon las grandes cadenas estadounidenses y para la que, en contra de lo que suele ser la norma, ya existe un compromiso por 22 episodios además del piloto.
Con este compromiso a largo plazo, la cadena quiere facilitar las cosas a Fox, el centro de una serie que será rodada con una sola cámara para evitar ensayos y aprovechar al máximo el tiempo hábil del actor. Según confirmó a la prensa, aunque el párkinson sigue su curso, el intérprete ha conseguido controlar sus síntomas de la mejor manera posible a base de una buena dieta y de un tratamiento con medicamentos que está funcionando (aunque él es el primero en reconocer que hay días buenos y otros no tan buenos). De todos modos, el intérprete no piensa dejar que el párkinson secuestre su serie al igual que hizo con su cuerpo. “Tampoco tengo intención de reírme de mí mismo o de cualquier otra víctima del párkinson. Simplemente quiero mostrar a un tipo capaz de mirar a su vida con humor”, escribió en un tuit personal sobre sus planes para The Michael J. Fox show.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.