Un milagro en directo en Oklahoma
Si existiera una versión perruna deLo imposible, sería esta. Una anciana relata a la cámara que cubre en directo la devastación del tornado de Oklahoma. Viste una bata y hablaen medio de los escombros (lo que era su casa en Moore, una ciudad semidestruida por estos fenómenos en tres ocasiones en los últimos 15 años). Barbara García y su familia, es decir, un perrito, se habían encerrado en un baño para esperar a que escampase. "Era algo que tenía planeado", dice la mujer a una reportera de CBS. "Se fue la luz en el aseo, estaba sentada en mi taburete. No perdí la consciencia, pero grité para llamar al perro y no contestó ni volvió. Seguro que tiene que estár en algún lado". El paisaje del desastre no invita a la esperanza: "Así es la vida en la gran ciudad", murmura Y entonces...
-El perro, el perro, -grita alguien.
La cámara enfoca a una cabecita gris, bajo una gran pieza de metal.
-Ayuda! Bendito sea tu pequeño corazón! -exclama la anciana. Le ayudan a liberar el animal, que guarda silencio.
Barbara, sin parar de acariciar el lomo del pequeño schnauzer, aparentemente ileso, anuncia: "Bueno, pensé que Dios me había concedido una de mis peticiones, que yo me salvase, pero ha respondido a las dos. Esta era mi segunda plegaria".
La reacción en Twitter fue instantánea. Los espectadores que seguían la cobertura en directo rompieron a llorar. Una buena noticia entre 24 muertes, 200 heridos y centenares de casas destruidas.
I've got something in my eye! #tears Tornado Survivor Finds Dog During TV Interview http://t.co/AklEyYCdOa
— Welsh Royal Crystal (@WelshRoyalCryst) May 22, 2013
No estoy llorando, me acabo de bañar. http://t.co/SZZPeTQMuR
— Coco Ochoa (@Cocorillo) May 21, 2013
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