Chispa en el restaurante Oval de Barcelona. / AINHOA GOMÀ
Hola. Qué tal. Soy Mikel López Iturriaga, y normalmente escribo sobre gastronomía y alimentación en El Comidista. Pero no he venido aquí a hablar ni de alcachofas ni de pimientos. Ni siquiera de mi libro, aunque aprovecho para recordaros cuánto me duele que no lo hayáis comprado todavía. Este blog va de perros y gatos, así que esta entrada estará dedicada a Chispa, la schnauzer miniatura con la que comparto mi vida. Aclaro: no TODA mi vida, que la zoofilia no ha entrado por ahora en mi catálogo de desviaciones. Dejémoslo en un 90% de ella.
Os preguntaréis, no sin razón, qué demonios os importa a vosotros mi perra. No creáis que a mí no me cuesta perfumarme, ponerme el pañuelo en el cuello y coger el bastón para imitar a Antonio Gala y contar intimidades sobre mi Troylo particular, así que la incomodidad es mutua. Quizá algunos tengáis perro y os sintáis identificados con lo que cuente, y a otros os puede divertir la descripción de su peculiar personalidad. Sed positivos por un día, hombre.
Aunque tiene 10 años, Chispa sólo lleva con nosotros un año y medio. La adoptamos después de que su dueña falleciera, y desde entonces nuestra existencia ha sido mucho mejor. Bueno, mejor en algunas cosas. En otras un poco peor. Dejémoslo en diferente. No estoy deslizando dudas sobre su carácter, ojo: es la bondad personificada, dócil, obediente e incapaz de hacer daño ni a una hormiga. Además no puede ser más cobarde, lo que supone una gran ventaja porque huye de los otros perros y jamás te mete en el tinglado de una pelea canina. Pero tiene sus cositas.
Rascar las alfombras o la moqueta de casa, por ejemplo. No sé muy bien por qué, pero todas mis amenazas de amputación de patas delanteras han caído en saco roto. Supongo que Chispa es suficientemente inteligente como para saber que nunca sería capaz de llevarlas a cabo: pasada la furia, me come el remordimiento por haber gritado semejante barbaridad a un ser angelical como ella. Y entonces es cuando Chispa vuelve a afilar sus uñas en el alfombrón heredado de mi madre.
Otro asunto que desequilibra ligeramente mi estabilidad emocional es su obsesión por olisquear todos, y cuando digo todos quiero decir TODOS, los pises de otros perros del barrio. Ya sé que no hay can que no lo haga, pero ella es como Sherlock Holmes en la escena del crimen: tiene que comprobar hasta el último aroma, no se vaya a perder un matiz de orina de macho labrador de siete años envejecida tres días al sol en esquina de cemento. Sólo existe en el mundo un olor que atraiga más su atención: el destilado de contenedor de basura, auténtico Chanel nº5 para su negra naricilla.
No sin mi Chispa. / AINHOA GOMÀ
Contando estos detalles morbosos, quizá esté ofreciendo una imagen distorsionada de Chispa, que en realidad es una perra megapija. Se nota que ha vivido toda la vida en Pedralbes, uno de los mejores barrios de Barcelona, y de hecho no sé si lleva muy bien lo de haber bajado de estatus en nuestro piso del Eixample. Desde luego no oculta su desdén por la gente pobre, mal vestida, bajita u oscura, y desconfía de la inmigración más que el abominable Anglada. Yo hago esfuerzos por que cambie, pero me temo que ya es demasiado mayor para dejar a un lado sus prejuicios de animal ultraconservador.
Como buena señorita fina, Chispa está llena de manías, y esa es precisamente la parte que más me gusta de su carácter. Con la que más me identifico. No pisa nada metálico y evita cualquier forma circular de color diferente en el suelo de la calle. Entra en el portal pisando primero una zona de color oscuro y luego sube a una un poco más elevada de mármol blanco, ritual que sólo celebra cuando llega a casa, pero nunca cuando sale. Espera a que te vayas de la cocina para empezar a comer, coge un montón de bolitas de pienso de su cuenco, las lleva al pasillo y se las zampa allí. ¿Por qué? Sólo lo sabe ella. Esto lo hacía ya antes de que su mayor enemigo, la Encarnación del Mal, Satán-Sauron-y-Freddy Krueger juntos, es decir, la Thermomix, llegara a casa. Así que no se puede culpar de esta práctica al trasto, al que no puedo ni acercarme sin que Chispa salga disparada a refugiarse en el rincón más remoto del piso.
Al principio de este texto he dicho que mi vida era diferente desde que tengo a Chispa. Recordando todos estos detalles, y olvidándome de la cruel bajada a la calle de la noche cuando lo que necesito es estar tumbado en el sofá, debo corregirme: es muchísimo mejor. Me río un montón con ella, me lo paso bien paseándola y, sobre todo, me quiere sin ningún tipo de condición, manifestando su cariño en explosivos recibimientos cada vez que llego a casa. Chispa es amor. Y por si no ha quedado suficientemente claro, es la perra más bonita del universo.
Mirando al frente y sin volver la espalda. / AINHOA GOMÀ
Comentarios
Qué risas, pues sí, esa es la cuestión canina, llegan, nos cambian la forma de vivir y de ver las cosas. Te entiendo perfectamente, tengo 3 "chispas" que, casualmente, también son los 3 perros más bonitos del mundo. Saludos y a disfrutar caninamente de la vida, es lo mejor que hay.
Mejor es que no pise superficies metálicas y redondas; en un día de lluvia o humedad, podría recibir una descarga si no está bien aislada. Una buena costumbre, Mikel.Y me parece magnífico que habléis de esos seres tan maravillosos.Atentamente.
Un día os vi a los dos paseando por Gracia tan felices.
Pues a mí me parece que Chispa y Matilda se parecen sospechosamente. ¿Andábais escasos de perros para el blog y habéis repetido? ;-)
Qué suerte los que tenéis perros. Yo vivo sola en Madrid y no termino de ver que sea posible tener uno. ¿Qué hacen los que tienen perro y viven solos cuando les sale un viaje o un imprevisto en el trabajo?
Es preciosa y que suerte ha tenido o habéis tenido ambos con la adopción. Yo tambien amenazo al mío con llevarlo a la perrera, pero no le afecta lo más mínimo.
Me encanto tu articulo, algo diferente y refrescante, estuve un poco dudosa al inicio pero luego todo fluyo muy bien y al final termine con una sonrisa en el rostro, gracias!
Me encanto tu articulo, algo diferente y refrescante, estuve un poco dudosa al inicio pero luego todo fluyo muy bien y al final termine con una sonrisa en el rostro, gracias!
Cualquier ciudadano occidental sensible , sabe que un perro o un gato son mejor persona que cualquiera de todas la otras " personas" que conozcas.Ni lo digo genéricamente, ni estoy hablando por hablar.Inteligencia y mucha fidelidad.SIEMPRE se alegran de verte, y jamás te van a negar retribuir un cariño o una zalamería.Mi gato, ( y antes mi perra) son lo único que me llevaré conmigo el día que decida que me he cansado ya de verdad de creer que vivir aqui es soportable.
Mikel, te comprendo de principio a fin. Ahora te quiero un poco más. ;-*
Qué graciosa Chispa, las hembras son más maniáticas que los machos y algo más listas también (ejem). Es verdad que los perrillos nos cambian la vida, conozco a unas cuantas personas que no querían ni oir hablar de un perro y cuando han convivido con alguno no tienen palabras para definir sus sentimientos. En fin, me encanta todo esto!!
Así es la vida con perros, diferente (se pierde en algunas comodidades) pero mucho mas rica...sus personalidades varian de uno a otro y a cada uno le gusta su perro, pero ninguno podemos vivir ya sin ellos. Si vas no vuelves y siempre te darán mas de lo que te pidan ;)
ME ENCANTA ESTA ENTRADA <3 jajaj... yo tengo dos gatitos, y doy fe de que es un amor incondicional y verdadero!!! un beso enormee
Mi perra, que es de raza boxer, hace eso mismo de llevarse las bolitas de pienso al pasillo y comerselas allí, luego vuelve y se come el resto del pienso. Yo creo que es como una cata de pienso, lo prueba, ve si le apetece y luego decide que hacer, comer o no.
Otra manía curiosa que tiene es que los premios se los lleva a su cama, superfeliz trotando por el pasillo y allí se los come.
preciosa historia Mikel. Sólo queda solidarizarte con el resto de animales y que tus recetas sean veganas. Así sí que me compraría el libro ;) Saludos!
Un familiar tenía también un schnauzer "enano" y negro como el tuyo, pero era macho y se llamaba Bruno. No sabía ladrar y hacía ruido extraños como Darth Vader. Vive en Madrid quizás te lo cruces algún día por la calle !!
Y además, le gustan los perros.
Me recuerda Chispa en e su delicadeza y bondad a mi querida perra Ura que gloria haya en el cielo canino y que añoro tanto. A nadie como a ella quise tanto excluidos mis padres
Suscribo todo lo que dices, te cambian la vida, por supuesto para mejor, y con un adoptado ya es increible.Tengo una pregunta ¿el que tienes en tu perfil no es un teckel?, lo digo porque es precioso ¿se llevan bien?.
jajaja mikel...asi es! esas manias con el pienso las tenemos tambien en casa. se llenan la boca con las bolitas y se van a comerlas a otro lado. cuando terminan, vuelta a empezar. mi perrita anterior, mora, incluso "enterraba / escondia" bolitas bajo la alfombra o bajo la cama....para "epocas dificilies con crisis???" pues la pobre mora (o la afortunada, segun se vea) no llego a vivir la "crisis" asi que tantas bolitas se fueron sin pena ni gloria con la aspiradora. yo no tengo thermomix pero el freddy kruger de mis tres perros es la aspiradora. en cuanto ven que sale a la superficie, desaparecen como por arte de magia.
Al leer las "manías" de Chispa he recordado las de mi perrita, también rascaba la alfombra y sacaba sus bolitas para comérselo en la alfombra (siempre me pregunté por qué lo haría) Era la única que me recibía cuando llegaba, su rabito en continuo movimiento, esos saltos de alegria. Siempre conmigo. Casi doce años juntas. Por desgracia nos dejó en diciembre y no hay día que no la eche de menos. Su hueco en el sofá, el lugar donde tenia su comedero y bebedero, su camita, sus amiguitas....todo me recuerda a ella. Ha sido mi alegría durante todo este tiempo y le quiero dar las gracias por ser tan buena, noble y estar a mi lado. TE QUIERO GORDI.
Yo tengo una perrita Yorkshire de 5 años y cuando tenemos visita, obsequia al visitante con cualquier prenda o cosa que encuentre a su alcance ,sobre todo calcetines.
Enhorabuena por Chispa, me identifico completamente con lo que has escrito, excepto por lo de las alfombras, en mi caso es un sofá, pero me da igual, son un manojo de amor.
precioso artículo, lo has descrito muy bien, ellos hacen que queramos matarlos a veces (mi shih tzu tiene la manía asquerosísima de secarse los bigotes contra la pared) no podemos vivir sin ellos, en mi caso mi locura es doble, me abducieron de tal modo que entró la segunda en casa, adoptada como Chispa.
La perra de mi vecino, una golden retriever más buena que el pan, tiene el mismo comportamiento de huida al rincón más remoto cuando utiliza la Themomix. Pensábamos que era única que se comportaba así y nos hemos echado unas risas a su costa, pero ya veo que no.
Yo vivo en el campo, lleno de prados olorosos ahora rebosantes de flores.... pero mis perros, en nuestra salida diaria, lo primero que hacen es ir al contenedor... éste sí que huele bien!
a la chica soltera que querría tener perro, yo viajo siempre con ellos, cada día más hoteles los admiten, hemos ido a apartamentos, hoteles más o menos caros, casas rurales.. bien enseñados se comportan mejor qu la mayoría de la gente, dicho por la gente de la recepción de uno de esos hoteles maravillosos donde nos admiten y al que por supuesto siempre repetimos. En casa los puedes dejar solos, a un niño pequeño no, así que al final tienen también sus ventajas
Comparto tu opinion los schnauzer miniatura son un o una la Thermomix, jaja. Tengo dos machos, y el pequeño no sólo por la edad es un ángel negro. Son como el blanco y negro; el mediano con 3 años es obediente, tranquilo, un completo ángel de la guarda. El pequeño, ... un ángel caído, jajaja. Pero una de las mayores satisfacciones cuando uno regresa a casa luego de salir aunque sea al súper, es su recibimiento, colas que no paran de moverse, brincos, patas que te desgarran la ropa por un abrazo, besos por todo lado y no falta la olfateadita a ver con que otro perro andabas, jajaja. Yo no era muy cariñosa, ni tolerante y ni hablar de paciencia, esa no la conseguia en ninguna farmacia, jajajaja, ahora me desvivo por estar en casa con ellos jugando, paseandolos, mimandolos. Si me cambió la vida. Amo a mis schnauzer con su bella perronalidad.
Una cualquiera : en mi país si no te lo cuida un familiar, hay hoteles para perros y gatos.
Ya te sigo en el comidista, pero ahora me gustas más jejej. Mi perra comparte varias características con la tuya..también olisquea todos los pis, también se lleva el pienso en mitad del salón...y por casualmente también es la más bonita del universo!
Me he reído muchísimo leyendo tu artículo y me siento plenamente identificada, con la perra no, contigo :). Si chispa quiere novio tengo un schnauzer miniatura jovenzuelo que se llama Leopoldo y negro como ella :)
Muy interesante esta entrada también, me gustó más que la anterior. Os animo también a visitar mi blog, que también trata sobre el tema perruno. Saludos! http://ladrandoalmundo.blogspot.com.es/
Mi perrita shih tzu también rascaba las alfombras como loca y, una vez levantado el pelo de ellas se restregaba panza arriba la espalda contorsionándose como una lombriz. Claro que tienen sus manías: odio al aspirador, terror a los petardos. En Nochevieja la ponía cogía en brazos, única forma de que se le pasaran los temblores de miedo. El 2 de junio hará 3 años que nos dejó con 10 años de estrecha convivencia y mutuo amor. Hoy sigo echándola en falta. Disfrútala cuanto puedas. Dan mucho más de lo que reciben.
Que bueno, yo tengo una Westy de 6 años que también me ha cambiado la vía, soy inmensamente mas feliz a su lado.
Mi schnauzer era gigante. Apoyaba su cabeza en mi pierna cuando estaba sentada y triste y me miraba con sus ojazos diciéndome que alli estaba ella. Por la mañana se colaba en la habitación y a un palmo de mi cara me miraba esperando que me moviera; si no lo hacía, se tumbaba en el suelo y si me movía se me tiraba encima. Murió hace medio año con 12 añitos y no hay día que no la llore y no hay día que no me ría recordándola.
He leido el comentario de una persona que firma Una cualquiera preguntándose que hace la gente que vive sola con su perro cuando se va de viaje. Yo lo que hago es llevármelo conmigo y luego contarlo en mi blog http://viajesconmiperro.blogspot.com.es/ para de este modo facilitar el nombre de hoteles y sitios donde se puede ir con perro.Eso si, lo que no recomiendo en ningún caso es tener perro cuando por razones de trabajo se está mucho tiempo fuera de casa: los perros sufren enormemente si se les deja mucho tiempo solos.
Pipa tiene 18 años y todavía mueve su cola, cada vez menos fuerte, cuando la saco en brazos a pasear.Ya lo decía Shopenhauer, la vida sin un perro no vale la pena. Un poco exagerado pero cierto.
Nunca he querido un perro pero leyendo el articulo y los comentarios debo reconocer que son algo muy especial.
Gracias, Mikel, por este artículo. Los que amamos a los perros nos sentimos identificados con los sentimientos, y la frase de la "cruel bajada a la calle". Pero habiendo tenido varias "hijas" ya, de este tipo, uno se dice a sí mismo, que vale la pena, aunque haya un frío espantoso, llueva, o truene, y sale a caminar con la conciencia del deber, por una parte, pero también como un acto de amor para quien nos ama sin reservas, y que estamos plenamente seguros haría lo mismo por nosotros, una y mil veces...
Preciosa tu schnauzer Chispa. Yo tenía un schnauzer color sal y pimienta, también miniatura. Nos dejó justo hace un año. Era el amor de mi vida: mi hijo, mi hermano, mi mejor amigo, mi compañero. No hay día que no llore por él o que no lo eche de menos. El tenía la manía de nunca pisar las alcantarillas por la calle y de sentir un miedo atroz de la aspiradora. Cuando lo llevaba a la playa, si me metía en el agua, ladabra desde la orilla preocupadísimo y una vez por poco se ahoga yendo detrás mía bajo las olas para rescatarme. Nunca olvidaré a mi niño.
Preciosa tu schnauzer Chispa. Yo tenía un schnauzer color sal y pimienta, también miniatura. Nos dejó justo hace un año. Era el amor de mi vida: mi hijo, mi hermano, mi mejor amigo, mi compañero. No hay día que no llore por él o que no lo eche de menos. El tenía la manía de nunca pisar las alcantarillas por la calle y de sentir un miedo atroz de la aspiradora. Cuando lo llevaba a la playa, si me metía en el agua, ladabra desde la orilla preocupadísimo y una vez por poco se ahoga yendo detrás mía bajo las olas para rescatarme. Nunca olvidaré a mi niño.
Pispas. Abandonado. Cinco años con nosotros. Le calculamos 7 o 8 años de edad. Cuando llegó parecía viejísimo, a punto de morirse. Los dos primeros años no salíamos del veterinario. Todo lo superó. Hasta la mordedura que sufrió el pasado noviembre. Anestesia otra vez. Quirófano. Disgustos, denuncias... Y él todo lo compensa con creces. Nos enseña, nos acompaña, nos ama, nos comprende... En casa somos tres. Mi madre y mis hermanas siempre mandan besos para los tres. Mi padre no lo hace por pudor, pienso que no acaba de creerse que este peludo le inspire tanto amor. Junto con Chispa podrían encarnar un remake de La dama y el vagabundo. Los dos son preciosos. Bicos.
ja ja ja Un relato muy simpático :)
Quien no ha conocido el amor de un animal no ha conocido el verdadero amor.
Me encantó el relato Mikel, sobre todo la conclusión única y más importante, Chispa es amor. Los perros nos dan su amor incondicional sin importarles si somos exitosos o fracasados, si somos guapos o feos, si somos socialmente populares o no, ricos o pobres, el amor de un perro es el amor más puro que he encontrado, por eso entiendo y comparto tu escrito. Creo que los humanos tenemos mucho que aprender de ellos...Un abrazote
La mía no es Sherlock Holmes sino periodista.No se pierde noticia y las lee todas, todas las secciones. Primero la firma, título y entradilla, y luego el artículo entero, frase por frase, varias veces, dejando comentario o blog, sin cortarse un pelo (o varios en su caso), o demostrando indiferencia absoluta.Dependiendo del barrio, insiste más en social o rosa o amarilla, o bien internacional o economía. Normalmente en verano y navidades o S.Santa, la sección viajes le gusta, pero más como turista y columnista gastronómica que cultural o histórica. A esto he de añadir que su curiosidad se ve siempre muy bien satisfecha y la rentrée le sienta fatal y exige reinventar su habitual menú.Su memoria periodística es impresionante, y su opinión suele mejorar cuando conoce al autor en persona.Ella se llama Max y pesa 3.400 Kg. Y cómo no, es el 3er miembro de la familia.
Brando. Perro de aguas. Ocho meses. Debe su nombre a ese monstruo cinematográfico que encandiló mis sueños de adolescente. Al igual que el, ha salido bien proporcionado, atlético y con un brillo especial en su mirada. Desde qué llegó a nuestra familia ha sido motivo de risas, juegos, algún que otro desvelo y de una alegría desbordante y contagiosa que inunda la casa. No tengo palabras para expresar todo lo que nos ha aportado. Bienvenido Brando y todos los tuyos!!!!!
Hola Mikel, yo tengo una schnauzer negra tan tan tan tan parecida a la tuya que casi me da un patatús cuando he visto la primera foto. Aunque a ojos de personas que no los conozcan, los perros de la misma raza parecen totalmente iguales, nosotros con "ojo" acostumbrado podríamos distinguir a nuestro peludo entre 1000 schnauzer.Pues bien, que sepas que Chispa y Piper (mi barbotas de 5 añitos) son como dos gotas de agua, igualitas igualitas.Me encantaría mandarte una foto para que lo vieras.
Me encanta que Chispa esté en tu vida. La enriquece seguro y los que no tienen perro jamás entenderán lo que es. Y tu ¿te lo ibas a perder?? Menos mal que te ha salvado.Besos
Mi teckel tiene 2años y hace lo mismo con la comida, solo que el se lleva la comida donde estemos nosotros. Hace 9 meses que lo tenemos y ya no podriamos estar sin el.
Antes me caías bien, pero ahora te has superado. Y a mi setter inglés ni te cuento ;)
Papotis no sabes lo que te pierdes.Yo tengo 10, todos adoptados y no sabría deciros a cuál quiero más. El amor que me dan todos ellos es enorme y el más desinteresado. No se si os parecerá una tontería pero, os juro, que se les nota el agradecimiento por haberlos acogido en mi hogar, del cual forman parte muy importante.
Pues la mía es muy femenina y además juega al fútbol sobre todo le encanta parar goles aunque no somos aficionados ella nos coloca su balón grande de tela y tenemos que jugar sí o sí. Cuando he visto a Chispa pensé que era Ethel. También se deleita con los perfumes y es mi niña de siete años.
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Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).