Animales y turistas: ¿una relación difícil?

Boyce Rensberger, un redactor de The New York Times que conoce la lengua de signos (sus padres eran sordomudos), fue el primer periodista que entrevistó a un miembro de otra especie, en 1974. Se trataba de Lucy, un chimpancé hembra a la que se adiestró para comunicarse por signos. Durante la interviú, Lucy invitó a Rensberger a subir con ella a su árbol, pero él declinó tan tentadora oferta. Ese mismo año, el paleo-antropólogo Donald Johanson se encontraba en el tríángulo de Afar (Etiopía), con otra famosa Lucy: el esqueleto fosilizado de un homínido hembra (Australopithecus afarensis ) que vivió en África hace más de tres millones de años, uno de nuestros ancestros más antiguos. Alguien del equipo de Johanson había puesto un casete de los Beatles; en momento del hallazgo sonaba el tema Lucy in the sky with diamonds.

Aunque no era una chimpancé (Pan troglodytes), probablemente nuestra tataratataratatara………tatarabuela etíope Lucy tenía más cosas en común con la Lucy que entrevistó Rensberger que contigo (Homo sapiens sapiens ) o conmigo (Homo sapiens ¿sapiens?), lo que conduce a la pregunta: ¿qué tenemos tú y yo de especial, aparte de nuestra capacidad de matar con mayor eficacia y de contar mentiras, que no tenga el resto de los animales?

Tres monos sabios. / Popular Screensavers

Tres de las experiencias más emocionantes que recuerdo haber tenido viajando fueron con animales: la primera, un encuentro con los gorilas de montaña de los volcanes Virunga, en el Zaire (hoy República Democrática del Congo); la segunda, en las islas Galápagos (Ecuador), buceando con leones marinos, que se muestran curiosos y juguetones dentro del agua. La tercera (aquí debo entonar el mea culpa), jugando con delfines en un centro oceanográfico de Baja California Sur, México.


Un grupo de lobos marinos juega con una buceadoraen las Galápagos / EL PAÍS/ Tui de Roy

Los animales son seres maravillosos, pero también son vulnerables. Y en ocasiones los viajeros contribuimos involuntariamente a su explotación.
La campaña de la Fundación FAADA por un turismo responsable con los animales se creó con el objetivo de dar a conocer las graves consecuencias que tienen determinadas actividades turísticas aparentemente inocentes, como los paseos sobre elefantes o nadar agarrados a delfines. “En la mayoría de los casos el turista que participa en una actividad que comporta maltrato animal lo hace por desconocimiento”, explica Giovanna Costantini, coordinadora de la campaña. “Irónicamente, muchas de las personas que participan en interacciones dañinas con fauna salvaje lo hacen porque les gustan los animales; si supieran sus implicaciones ni se les ocurriría fomentarlas. Además, algunos de los organizadores de estas actividades juegan con esta afinidad de las personas con los animales y se presentan engañosamente como centros de rescate u orfanatos” asegura Jennifer Berengueras, directora de proyectos de FAADA.
Estos días están en Fitur la feria internacional de turismo de Madrid.

Su web incluye estas recomendaciones para ser un turista responsable con los animales:

01No pagues para dar de comer a los elefantes que están en las calles de algunas ciudades.

02No te apuntes a los paseos en elefante y no vayas a ver los elefantes que actúan.

03No participes de actividades que impliquen animales enjaulados, encadenados o en actuaciones.

04Evita alojarte o comer en hoteles y restaurantes que expongan animales salvajes en cautividad.

05Participa tan sólo de actividades que realmente ayuden a los animales.

06No nades con delfines u otros animales salvajes.

Un centro de cría de delfines en Baja California Sur. / Isidoro Merino

07Ayuda a los perros y gatos abandonados.

08Evita los paseos a caballo o burro en carros tirados por ellos.

09No des de comer a los animales salvajes ya que esto puede tener graves consecuencias para su salud y para tu seguridad.

10No toques a los animales salvajes, ya que sin quererlo podrías pasarles alguna enfermedad y también poner en riesgo tu seguridad.

12No provoques a los animales.

13No compres souvenirs hechos con partes de animales ni te lleves ningún animal vivo como recuerdo.

14No apoyes el uso de animales como objeto fotográfico y no te hagas fotografiar con animales que se utilizan para este propósito.

15No sustentes el negocio de los osos bailarines.

Oceanográfico de Valencia. / Isidoro Merino

16No vayas a ningún circo que utilice animales.

19No apoyes espectáculos donde los animales tengan que realizar tareas que no tienen nada que ver con su comportamiento natural.

20Pregunta en tu agencia o en los centros que quieres visitar si disponen de proyectos de conservación y/o programas educativos activos, ya que esto es lo que ofrecen los lugares responsables.

21Recoge toda la basura, especialmente plásticos, que encuentres abandonada en entornos donde viven animales.

Un yacaré en el parque nacional de los Esteros del Iberá (Argentina)./ Isidoro Merino

En avistamientos de animales en su hábitat natural:

22Pide a tu guía que no se acerque demasiado a los animales para evita que se asusten con nuestra presencia o que interfiramos en su comportamiento natural

23Si un animal intenta esconderse o parece asustado o alarmado con nuestra presencia, pide a tu guía que no lo persiga más.

24Cuando te encuentres cerca de un animal, habla en voz baja y no hagas movimientos repentinos que puedan asustarle.

25No te acerques a zonas de cría (nidos, madrigueras, guaridas) ya que esto puede poner en peligro el éxito de la cría.

26Ten en cuenta que utilizar el flash de la cámara de fotos puede asustar a los animales y hacer que se asusten y se vuelvan agresivos.

27No te acerques a los animales, deja que sean ellos quienes se acerquen a ti ellos quieran.

28Si decides no participar en una actividad que implique animales enjaulados o maltratados explica a los responsables tu decisión. Deben saber que el bienestar de los animales preocupa a mucha gente y que pueden perder ocasiones de negocio si siguen explotándolos.

29Si observas algún tipo de maltrato durante tus vacaciones, toma fotografías, toma nota de toda la información posible y ponte en contacto con la asociación.

Y tú, ¿eres buen@ con Peluso? ¿Estás de acuerdo con las recomendaciones de FAADA.? ¿Te gusta el foie gras?