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Valérie Trierweiler no se rinde

La pareja de Hollande presenta una segunda demanda contra sus biógrafos

Valérie Trierweiler, primera dama de Francia.
Valérie Trierweiler, primera dama de Francia.GTRES

La primera dama de Francia, Valérie Trierweiler, no se rinde y sigue peleando para que los autores de su biografía no autorizada sean condenados. El libro, titulado La Frondeuse, (La Irreverente), revela, entre otros, una supuesta antigua relación amorosa con un exministro del expresidente conservador Nicolas Sarkozy. La Justicia debe pronunciarse el 28 de enero sobre una primera demanda presentada por Trierweiler por difamación y ataque a la vida privada. Pero ante la posibilidad de que el juicio sea anulado por motivos de procedimiento, y antes de que prescriba el delito de difamación, la compañera del presidente François Hollande ha preferido curarse en salud.

El primer juicio por difamación y ataque a la vida privada se abrió el pasado 10 de enero en París pero una de las demandadas, la periodista Alix Bouilhaguet, reportera política de la televisión pública France2, no asistió. Residente en Estados Unidos, alegó no poder desplazarse hasta Francia. La defensa pidió, basándose en parte en esta ausencia, la anulación del juicio. El tribunal acordó pronunciarse el día 28. Treirweiler reclama 80.000 euros en concepto de daños y prejuicios y 5.000 para sufragar gastos judiciales.

En el origen del enfado de la primera dama, se encuentran las revelaciones del libro que coparon portadas cuando se publicó en octubre. En él los autores aseguran que Trierweiler, que ha hecho carrera como periodista política, había mantenido un largo romance con un peso pesado de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), el exministro Patrick Devedjan. Ambos estaban entonces casados y ante la negativa del político de decidirse a dar el gran salto y oficializar su relación con ella, Trierweiler habría encontrado consuelo en los brazos de François Hollande. Los autores de esta biografía aseguran que la periodista habría sido cortejada por el propio Sarkozy cuando este era ministro, pero ella no mostró interés por él.

El caso, que ya mezclaba política con vida privada, tomó un giro inesperado con la intervención de Hollande y del primer ministro Manuel Valls. En un correo remitido al tribunal de Gran Instancia, Hollande desmentía la existencia de una carta también relatada por los autores del libro, según la cual habría escrito en 1995 al entonces candidato presidencial conservador Edouard Balladur para darle su apoyo frente al candidato de su partido, el socialista Lionel Jospin. El ministro del Interior, cercano a Trierweiler, por su parte escribió con el encabezado del ministerio una carta a los magistrados indicando que si bien concedió una entrevista a Jakubyszyn, las citas eran "a menudo aproximativas, parciales y sacadas de contexto".

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