Hacia la tercera República
Si don Juan Carlos persiste en su idea de que “los Reyes mueren; no abdican”, cometerá un notable error, se darían las condiciones adecuadas para que la presión social por la demanda de acceder a la tercera República fuera tan intensa que podría dar lugar a tensiones políticas indeseables.
Es evidente que los últimos acontecimientos en la familia real han desplomado el apoyo popular a la Monarquía, y que una gran parte de los que no siendo monárquicos pero sí éramos “juancarlistas” estemos ahora a favor que de una forma consensuada entre los españoles, partidos políticos e incluso la Monarquía se llegue a un pacto por el que el príncipe Felipe sea nombrado Rey hasta en tanto la nación este preparada para que se constituya la tercera República, se convoquen las correspondientes elecciones y se nombre al primer presidente de la República española, en cuyo momento el príncipe Felipe renunciaría a continuar siendo Rey.
Si el Rey, los españoles y los partidos políticos fuéramos tan sensatos, como lo fuimos a la muerte del dictador Francisco Franco, se conseguiría una transición modélica de una forma de Gobierno a otro evidentemente más acorde con los tiempo actuales.
¿Seremos capaces? asombraríamos al mundo.— Francisco Terrasa Bestard.