Egipto no se rinde
La oposición del país del Nilo se niega a negociar. Los intentos de Morsi de sentar sobre la mesa al pueblo para hablar sobre los cambios de la Constitución, han sido fallidos. No caerán en la trampa. Laicos e islamitas seguirán divididos y no cesarán las protestas, pero a todos nos queda claro que los egipcios no esperarán sentados a que los dirija un país gobernado por dirigentes comprados. Sobre todo después de lo que pasaron para desbancar a Mubarak.
Hay que ir hasta el final, pero esperemos que ello no conlleve más derramamientos de sangre.— Sarah Tabraue Artiles.
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