_
_
_
_
Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Tokio se agarra a la olímpica Hadid

Anatxu Zabalbeascoa

El minimalista Tadao Ando fue el encargado de dar la noticia. Habían elegido fuegos de artificio para anunciar al mundo uno de los últimos cartuchos de la candidatura de Tokio 2020. Zaha Hadid reconstruirá el antiguo estadio de la ciudad que, durante los Juegos Olímpicos de 1964, concentró las miradas del mundo.

Que el edificio levantado por Mitsuo Katayama hace 54 años haya quedado obsoleto –con 48.000 plazas que se convertirán en 80.000 en el ideado por Hadid- habla de la velocidad del mundo y de la voracidad de la fiesta olímpica. Que la voluptuosidad del proyecto de la Pritzker anglo-iraquí desbancara a la sutil topografía de Sanaa o a las transparencias de Toyo Ito delata también escenarios poco interesados por deshinchar las burbujas o por tranquilizar el espectáculo.

 El proyecto de Hadid es innegablemente espectacular. Busca celebrar y anunciar. Y es de suponer que asuma que tanto ruido tiene un precio. Lo que impacta cansa y lo que cansa cuesta. Así, la arquitecta ha jugado su baza personal de cuestionar los límites de la arquitectura aunque para ello haya debido complicar innecesariamente el futuro edificio.

 Aunque el estudio que lideran Zaha Hadid y Patrik Schumacher estuviera también presente en las últimas olimpiadas de Londres -arrimando el hombro de su Centro Acuático entre quienes defendían unos juegos sin desperdicios amparados en el reciclaje de instalaciones y en la posibilidad de desmontar, pieza a pieza, el propio estadio olímpico- la arquitecta ha sabido entender que en Tokio se buscaba otra cosa. Algo más allá de las sutilezas de los locales Sanaa e Ito. Así, que Tadao Ando, presidente del jurado, haya alabado la fluidez del proyecto de Hadid para destacarlo como “el mejor entre los mejores” se interpreta como lo que es: la apuesta por el icono como principal aliciente para comunicar unos juegos en una ciudad que ya los ha acogido.

Con el lazo de Hadid, frente a las burbujas de la mayoría de los arquitectos participantes en el concurso, queda claro que las formas pesan más que las consecuencias. Que la sostenibilidad –de proyectos como el citado estadio de Londres de Populous y Peter Cook- o de propuestas como la de Dorell, Ghotmeh y Tane, que invitaban a cubrir el nuevo estadio toquiota de vegetación, son más difíciles de comunicar porque el mensaje llega, entre otras cosas, con muchos menos decibelios.

La noticia es pues doble: Tokio apuesta por el espectáculo y Hadid echa mano de su inmenso talento. El nuevo estadio con forma de bucle deberá estar listo en 2018, dos años antes de la posible cita olímpica (en septiembre de 2013 se producirá el desempate entre el trío de candidatas: Estambul, Madrid o Tokio). Costará 1,261 millones de euros y, para entonces, el tiempo habrá presumiblemente aclarado si la arquitectura fluida se acerca más a la vanguardia de la disciplina o al obrador de una pastelería.



Comentarios

Os recomiendo leer un interesante post sobre Zaha Hadid, ¿Zahas Hadides para qué? http://arquitectamoslocos.blogspot.com.es/2012/12/zahas-hadides-para-que.htmlUna interesante reflexión sobre la arquitectura de Zaha.Saludos!
Gracias Anatxu por tu inteligente y rigurosa lectura sobre la proyecto de Hadid y la Arquitectura...Dani leere la reflexion, gracias.
pues a mi me parece una lástima, rodeo el actual estadio de Katayama todos los dias cuando estoy en tokyo y la verdad es me parece un edificio excepcional que convive perfectamente con su calmado entorno. Entiendo que la demanda de unos nuevos juegos olímpicos haga que el antiguo estadio quede obsoleto, pero me da pena que algunos arquitectos gritando, sean capaces de opacar la luz que brilla detras de muchos otros estudios de innegable talento. Aunque está claro "show must go on" hasta en japón...
si, cutu, es una lastima...( a mi també em sap molt de greu...).
Anatxu... ¿un dia podrias explicarnos porqué es famosa y premiada Z. Hadid? No son siquiera bellas o proporcionadas sus esculturas, perdón, sus obras de arquitectura... A mi me parece una burla que detras de cada proyecto haya hojas y hojas de teoria que lo sustentan y de otros proyectos irrealizables que la hacen salir en uno y otro libro y en uno y otro articulo.
Guten Tag ( traduccion simultanea : hola jodidos pobretones). Las preguntas metafísicas serian: 1/Porque Calatrava se muta a Zurich con inpedimenta, hijos y fortuna? Lo sabia Montoro? Sigue vivito y coleando Camps?2/ Son todos los grandes arquitectos unos gamberros? 3/ Es sostenible la arquitectura de Zaha Hadid?( Vean la cronica de Juan Jose Millas en el Pais Semanal of the last domingo con la "casita" en Moscu de Naomi Campbell)4/ Respondent tadavia los juegos olímpicos al espíritu de Baron de Coubertin?5/ Contibuyen los juegos olímpicos al cambio climático?
Me pregunto si Hadid podría hacer un buen proyecto para Solar Decathlon http://www.sdeurope.org/?lang=en
Estimada Anatxu, la obra de Hadid esta tan cerca de ser el obrador de una pasteleria, que no será necesario esperar tanto tiempo para verificarlo. Una obra siempre omnipotente y descontextualizada.
Omnipotente y decontextualizada? De ser los atributos de Dios, ni a sus Mismisimos Cojones le llega la "obra" de esta arquitecta. Lo dicho hablar de "caos urbano" es desconocer el orden de la ciudad.
Es chocante que un país como Japón, donde prima lo sutil y lo proporcionado, se opte por este tipo de arquitectura, pero está claro que lo que se busca con esta elección no es otra cosa que el efectismo y la imagen impactante.Por cierto, Dani, muy interesante y totalmente de acuerdo con el post.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_