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El duque metepatas ya tiene libro

“Me arrestarían si bajara esa cremallera”, le dijo una vez Felipe de Edimburgo a una mujer

El duque Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II.
El duque Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II.CORDON PRESS

En los 65 años que lleva ejerciendo de consorte real, el duque de Edimburgo se ha ganado a pulso su reputación como el miembro más políticamente incorrecto de la realeza británica. Es raro encontrar un acto oficial en el que el marido de la reina Isabel no haya dado rienda suelta a su carácter irreverente y cáustico. Políticos, escoceses, aborígenes, discapacitados y hasta koalas han sido objeto de sus salidas de tono. Este es un príncipe que no reconoció al ministro de Sanidad británico, consultó a la actriz Cate Blanchet (quien había dicho que se dedicaba al cine) cómo arreglar su reproductor de DVD, preguntó a un jefe aborigen en Australia si todavía seguían “lanzando flechas”, animó a un hombre que había perdido una pierna a “pasar ginebra de contrabando dentro del pie artificial”, comparó el atuendo tradicional del presidente de Nigeria con un camisón o advirtió a estudiantes británicos en China que si se quedaban más tiempo en ese país se les terminarían “rasgando los ojos”.

A los 91 años y después de haber sido hospitalizado este verano por una infección urinaria, el primo lejano de la reina Sofía no tiene ninguna intención de convertirse en un anciano entrañable. El último desbarro tuvo lugar en la reciente gala benéfica real en Londres, en la que Felipe de Edimburgo se tapó los oídos durante la actuación de la cantante estadounidense Alicia Keys.

La celebración de su 65º aniversario de boda con la reina de Inglaterra coincide con la publicación del libro Prince Philip: wise words and golden gaffes, que recoge las frases más polémicas del duque. Una edición previa, titulada Duke of Hazard fue lanzada aprovechando el 85º cumpleaños del príncipe y se convirtió en best seller en Reino Unido. Sus autores, el periodista especializado en monarquía Phil Dampier y el ex corresponsal real para el Daily Express Ashley Walton, mantienen que el tomo dista de ser una burla. “Es una muestra de cariño para un tesoro nacional”, declaró Dampier al rotativo londinense Evening Standard. El redactor mantiene que el duque es un personaje más complejo de lo que parece: “Incluimos la visión del duque acerca de temas como la ecología, la agricultura, la religión y la monarquía”.

Portada del libro.
Portada del libro.

Pese a la justificación de los autores, el libro incluye algunos de los más recientes felipismos.

“¿La van a meter en el horno?”, espetó durante a una nonagenaria en silla de ruedas que se protegía del frío con un material parecido al aluminio. “Qué lugar más espantoso”, contestó cuando un miembro del Parlamento informó que representaba a la ciudad norteña de Stoke-on-Trent. Otras anécdotas revelan su debilidad por las mujeres atractivas: “Me arrestarían si bajara esa cremallera”, dijo durante una visita en Londres a una joven rubia con un vestido de cierre frontal.

Los pocos que le conocen aseguran que el duque —ávido lector y cazador— no soporta las formalidades vacuas y que sus ofensas responden a una voluntad de romper el hielo, relajar el ambiente o de saltarse el protocolo. Los autores del compendio recuerdan que durante una recepción del presidente estadounidense Jimmy Carter pasó un buen rato charlando animadamente con un camarero después de que cometiera el error de referirse a él como “majestad”.

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