Fiesta de Rihanna en las alturas

Rihanna no ha podido aguantarse las ganas de armar una fiesta para celebrar el lanzamiento de su nueva gira mundial. Antes de que el avión privado en el que viajaba con su equipo aterrizara en México, donde el miércoles se llevó a cabo el primer concierto de 777, la cantante invadió la cabina del capitán y armó una fiesta que a la tripulación le será difícil de olvidar.

Con la gorra del capitán puesta y el champán listo para brindar, la cantante barbadense de 24 años no dudó en fotografiarse junto a los pilotos del Boeing 777 (cómo no elegir ese gigantesco modelo) que alquiló en privado para el viaje a Ciudad de México. Los miembros de su equipo la acompañaron en la celebración, que, a juzgar por las fotografías, no tuvo nada que envidiar a una organizada en una discoteca.

“Estoy tan entusiasmada con la gira 777. Convertiremos el jet jumbo en nuestro autobús”, contó la cantante a The Daily Mail. Prácticamente viviremos en esta cosa durante una semana: dormiremos y estaremos de fiesta todos juntos. Yo, mis fans, la prensa [sic]… va a ser un viaje salvaje”. Y añadió: “Quise que esto fuera una aventura rockera. Y creo que cuando termine, será lo más cool que haya hecho nunca”.

La intérprete de Diamonds dio comienzo anoche a una gira mundial que debe su nombre a los siete conciertos en siete países que hará en siete días. El próximo destino es Toronto (Canadá) y luego volará a Europa, donde tocará en Estocolmo, París, Berlín y Londres. De vuelta en América, Rihanna cerrará su gira en Nueva York el próximo martes.

En medio del tour, la cantante tiene previsto lanzar su nuevo álbum de estudio, titulado Unapologetic, que llegará a las tiendas el próximo lunes.