Facebook y la privacidad
Esto sucedía el día 25 de septiembre. El 2 de octubre se publicaba una información sobre el dictamen de la Comisión Nacional de Informática y Libertades de Francia (CNIL) que se encabezaba diciendo Francia da la razón a Facebook sobre el cambio en la privacidad de mensajes. De la lectura de los citados titulares puede desprenderse lo que afirman los lectores. Sin embargo, es cierto que la red social deja al descubierto mensajes privados. Lo que no se ajusta a la realidad es que en la primera información se atribuyera a un fallo técnico. El problema se debe, lo que no deja de ser preocupante, a los cambios de configuración de la privacidad que periódicamente introduce Facebook. En cuanto al dictamen del CNIL, es verdad que el organismo da carpetazo a la investigación por no encontrar un fallo ni responsabilidad en Facebook, pero en la propia nota afirma que los cambios recurrentes y unilaterales de la red social explicarían la confusión. No se trata de que se publiquen los mensajes del sistema de correo de Facebook. Los contenidos antiguos que han aparecido públicamente son mensajes antiguos enviados desde el muro a otro miembro de la comunidad. La propia CNIL asegura que la naturaleza privada de los contenidos de determinadas conversaciones reveladas parece indiscutible. Lo que sucedió es que mensajes que los miembros de Facebook enviaban a otro desde su muro no podían consultarse por terceros. Con el cambio de condiciones de privacidad y la introducción de una nueva arquitectura en la citada red social, estos mensajes se convirtieron en públicos cuando su autor, a la hora de enviarlos, estaba en la convicción lógica (no eran accesibles a terceros) de que se trataba de mensajes privados.
Rosa Jiménez Cano, la periodista que ha seguido este episodio, me comenta que en la primera edición del diario del martes 25 se publicó que Facebook tenía un fallo en la privacidad. El propio servicio de atención a los medios de Facebook insistió en que lo estaban estudiando. Y también se citó a Techcrunch, un medio especializado en tecnología y de reconocido prestigio en el sector. Tras el cierre de la edición hicimos cambios y se modificó la noticia de Internet. Fue cuando Facebook alertó de que el error no era tal, sino que un cambio en sus términos de uso causado por el despliegue forzoso de su nueva portada dejaba al descubierto los escritos en el muro entre contactos. No eran técnicamente mensajes confidenciales, pero sí concebidos por el usuario como privados, que tras esta actualización de la red social, quedaban al descubierto. Los miembros europeos de la red social fueron los últimos en recibir este cambio obligatorio en sus perfiles. Al comenzar a usarlo se percataron de los cambios. Descubrir que conversaciones personales se podían consultar tranquilamente solo saltando entre flechas disparó la alarma. En todo caso, no parece una buena opción culpar a los clientes, más de 900 millones, de hacer un uso deficiente de la herramienta.
Jiménez Cano había abierto en el blog La cocina de Vida & Artes un espacio donde planteaba una serie de preguntas sobre el asunto. Por ejemplo: ¿Por qué se han 'desvelado' mensajes anteriores a 2009?. A la que respondía: Porque entonces Facebook no tenía mensajería equivalente al correo electrónico. Se compartía en el muro, con candado, para que solo lo viera la persona escogida; la comunicación interpersonal consistía en ir de muro en muro. Ni se podía poner 'me gusta' a un comentario, ni tampoco contestar al mismo de manera contextualizada creando un hilo de conversación como sucede ahora.
El propio medio francés que destapó la polémica, Metro, al publicar la respuesta del CNIL titulaba No hay bug de Facebook para el CNIL, pero… Y el pero estaba plenamente justificado. Según CNIL, los mensajes incriminados por numerosos usuarios parecen ser exclusivamente mensajes de muro a muro y no enviados por intermediación de la mensajería electrónica privada de Facebook. Los usuarios tenían la impresión de enviar mensajes privados cuando utilizaban el sistema muro a muro, asegura.
Es decir, el fallo fue atribuir el problema a un error técnico cuando era consecuencia de un cambio voluntario de Facebook. Los mensajes de lectores que denuncian la publicación de viejos mensajes suyos dirigidos exclusivamente a otro miembro de la red social demuestran que el problema existe.
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