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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Televisión e independencia

TVE sorprendió negativamente el martes relegando la información de la manifestación soberanista de Barcelona

MARCOS BALFAGÓN

Afortunadamente, todo parece haber quedado en un susto. TVE no vuelve, de momento, a los métodos de Alfredo Urdaci, ese periodista que pasará a la historia por ser uno de los máximos exponentes de la manipulación informativa. La Diada de Cataluña, celebrada en Barcelona con una marcha de más de 600.000 personas reclamando la independencia, fue  ayer tratada por el Telediario 1 con el rigor y la objetividad que cabe esperar de un canal público.

El susto se produjo la noche anterior, cuando en medio de la conmoción por tamaña demostración soberanista, Telediario 2, el de mayor audiencia, intentaba esconder la noticia de manera burda. Abrió el noticiario con la visita a Madrid del primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, al que se le vio paseando por los jardines de La Moncloa bromeando con el presidente español. El informativo daba cuenta del apoyo prestado por Katainen a las reformas de Rajoy, y aún deben andar pellizcándose en la Embajada finlandesa por la gran repercusión de esta visita de su jefe.

La segunda noticia de la jornada para TVE fue el aniversario de los atentados del 11-S con la presencia del presidente de Estados Unidos. La tercera noticia fue la moratoria para cumplir el déficit otorgada a Portugal, un país habitual e injustamente olvidado por los informativos españoles. Cuesta recordar qué nuevo capítulo del presunto infanticida José Bretón ocupó el cuarto titular de la noche. Solo después de 20 minutos de tanto despropósito periodístico llegó, por fin, la noticia del día: la gran marcha soberanista que tiene aún sin resuello a políticos de uno y otro lado y que ha ocupado amplios espacios en la prensa extranjera.

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Había motivos para la sospecha. El noticiario parecía confirmar los temores hacia un Gobierno que cambió las reglas para nombrar a dedo a los nuevos responsables del canal público, que, a su vez, han removido a profesionales que cosechaban altos índices de audiencia. Ayer hubo un suspiro de alivio. La información volvía a sus cauces periodísticos y los responsables de los informativos pedían disculpas. Urdaci sigue lejos de Torrespaña. Que no haya más sustos de este tipo es lo importante.

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