¿A la tercera va la vencida?

Lo que pueden cambiar las cosas en el giro de doce meses. Hace justo un año, George Soros se topaba con una multimillonaria demanda de la actriz de culebrones brasileña Adriana Ferreyr, después de que se torcieran los cinco años de relación. Ahora, el magnate hace sonar las campanas de boda en su residencia vacacional en Southampton,en Long Island (estado de Nueva York), con el anuncio de matrimonio con la empresaria Tamiko Bolton y se suma al club de los multicasados frecuentado por Ted Turner, Donald Trump o Larry Ellison.

La primera pregunta que surge cuando se hacen estos anuncios es simple. ¿Cuán joven es la afortunada? Es un tópico, que de nuevo se cumple. Soros tiene 82 años. Bolton algo menos de la mitad, 40. Y se puede hacer otras cuentas. Cuando esta graduada en Gestión y Administración de empresas empezaba sus estudios universitarios en Utah, el inversor saltaba a los titulares de la prensa mundial por su ataque contra la libra esterlina. Una operación que le perpetuó en otro exclusivo club, el de los multimillonarios y que le convirtió en uno de los mayores especuladores de la historia.

Bolton es propietaria de un portal dedicado al yoga, una actividad muy de moda en los círculos sociales neoyorquinos, y es consultora en cuestiones de salud. Soros, sobre el papel, está retirado. Pero sigue manejando la ingente fortuna familiar y sigue haciendo predicciones sobre el futuro del euro. También hace escuchar su voz, y su dinero, a favor de los demócratas en EE UU -o mejor dicho, contra los republicanos.

Soros es además uno de los mayores filántropos. Como Warren Buffett y Bill Gates, defiende la filosofía de que deben devolver a la sociedad todo lo que les ha dado. Eso, en otras palabras, significa que sus cinco herederos directos deben forjarse su futuro y ganarse la vida por si solos. Eso no quita que vaya a dejarles un suculento trozo de la tarta.

Soros ocupa el puesto 22 en la lista de multimillonarios que cada año publica la revista Forbes, con una fortuna personal estimada en 20.000 millones de dólares (alrededor de 16.260 millones de euros). Es la décimo segunda persona más rica en EE UU. De momento, le ha regalado un anillo de compromiso con un diamante de Graff, en montura de platino sobre una banda de oro rosado con diamantes también rosas incrustados.

El que será su tercer matrimonio de Soros, y el segundo de Bolton, lo anunció a familiares y amigos el mismo día en el que celebraba su cumpleaños (12 de agosto), aunque era algo que se daba por hecho en los círculos más pudientes en los Hamptons, el lugar de escape que tiene más cerca la élite social neoyorquina. Soros se propuso a Bolton hace algunas semanas.

La pareja se conoció hace ahora cuatro años. La relación con Bolton fue de perfil bajo, hasta que apareció con ella por primera vez en público en mayo. ¿Y qué pasa ahora con Ferreyr, su última novia? La joven, a través de su abogado, le desea lo mejor y espera que el litigio con el magnate por un apartamento que le prometió en el Upper East Side se resuelva más pronto que tarde.

George Soros, de origen húngaro, se casó por primera vez hace cuatro décadas con Annaliese Witschak, con la que tuvo tres hijos durante los 23 años que estuvieron juntos. Vive en una casa contigua a su residencia al norte de Nueva York. La segunda esposa fue Susan Weber, en 1983, de la que se divorció en 2005. Era 25 años más joven que el magnate. Tuvieron dos hijos, el mayor dedicado a las causas filantrópicas de su padre.