La situación en Siria
El filósofo Bernard-Henri Levy, en su artículo Aviones para Alepo (EL PAÍS, jueves 16 de agosto de 2012), habla de la obligación moral de intervenir en Siria. Claramente, la situación es grave y hay una obligación de buscar una solución cuanto antes. Sin embargo, argumentos que simplifican el problema pueden incluso empeorarlo a medio o largo plazo.
La guerra en Siria es extremamente complicada, y soluciones basadas en análisis sin suficiente profundidad no son soluciones de verdad. El autor habla de “la causa” como si fuera un grupo unido luchando contra el mal, así de fácil. Habla de la posibilidad de acciones unilaterales pasando por encima de una ONU bloqueada. Ideas interesantes, sí; pero falla en no intentar averiguar cuál puede ser el impacto real de cada de ellas.
No podemos predecir el futuro, pero esto no nos quita la obligación de meditar sobre nuestros actos. Como él mismo dice, el país está arruinado, y “todo es posible”.
Existe una responsabilidad enorme de proteger civiles y vencer a aquellos que cometen crímenes contra la humanidad. Aun así, frases como “los daños causados por una operación de rescate de la población civil serán menores, suceda lo que suceda” no es ningún tipo de análisis y no ayuda a entender y encontrar soluciones a una crisis tan compleja.— Ivan Hilliard.
