¡A celebrar la plata más dorada!
Es la plata más dorada del deporte español que yo haya visto nunca. Pero eso sí, una plata para los que confiaron en este equipo.
Atrás quedaron voces muy críticas. La baja forma que han demostrado, que han ido de más a menos, que era un equipo de retales junto a los Gasol, que si el entrenador no sabía manejar este grupo, etc. Todo este run run ha sido el denominador común extradeportivo de las dos semanas olímpicas. Hemos “matado” a jugadores de la talla de Navarro o Rudy estos días y cuando hablas de los mejores baloncestistas del mundo, amen de la NBA, es mejor callar, conocer su trayectoria y admirarlo siempre. La Bomba puso de manifiesto que siempre hay que contar con los mejores aunque no estén en su nivel. Hasta Scariolo —del cesar lo que es del cesar— estuvo el domingo excelso como todo el equipo. Si hace dos meses La Roja de Del Bosque acalló las injustas y desconfiadas voces de los aficionados españoles, ahora le tocó el turno a sus hermanos del baloncesto y, si cabe, con mayor mérito por enfrentarse a una horneada de jugadores fantásticos e irrepetibles como Durant, Bryant o Lebron James.
Desde mi punto de vista deberíamos aprender de lo vivido este verano y dejar las criticas para la parcela periodística. Salió el partido esperado, y por supuesto en la final, como sólo los elegidos saben hacer.— Daniel Rodríguez Moreno. Cáceres.
El pasado 12 de agosto, la Selección Española de Baloncesto jugó la final contra Estados Unidos alcanzando la plata. Me gustaría destacar su lucha hasta el final, en la que se dieron por completo para sacar lo mejor de España.
No se rindieron ante un adversario tan competitivo y jamás dieron el partido por perdido, demostrando al mundo que con la lucha se pueden conseguir grandes éxitos. No se trata de ganar, sino de pelear hasta el final por lo que uno quiere.— Almudena Molina. Madrid.
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