“Con trabajo, todo se consigue”
El Rey recibe a la selección en el palacio de La Zarzuela y alaba sus valores como colectivo.- Los Príncipes con sus hijas y la infanta Elena también estuvieron en el recibimiento.
Todos se pusieron algo rojo. El Rey y el Príncipe, las corbatas; la Princesa, un vestido plisado y sus hijas, la camiseta oficial con sus nombres. Doña Elena, una chaqueta. Fue la manera en que la familia real homenajeó a los ganadores de la Eurocopa, que nada más llegar a Madrid, procedentes de Kiev, acudieron al palacio de La Zarzuela. Fue un acto sencillo celebrado en la residencia de los Reyes y no en el palacio Real, como cuando se ganó el Mundial. Don Juan Carlos, muy sonriente, abandonó por unos instantes su muleta para saludar a los jugadores uno a uno y abrazar efusivamente a Vicente del Bosque, a quien hace unos meses distinguió con el título de marqués. Muchos de los seleccionados y el entrenador habían hablado ya con el Rey que les llamó a Kiev nada más acabar la final. Pero esta tarde, en persona y con las cámaras de televisión en directo, alabó su logro. "Con trabajo, todo se consigue", les dijo.
En un discurso improvisado que comenzó diciendo: "Es difícil dirigirse a unos tricampeones", don Juan Carlos destacó las cualidades individuales de los jugadores: "Si sois buenos personalmente, también lo sois como equipo". Y añadió: "Habéis dado una gran alegría a toda España y quiero felicitaros. Es el sentir de todo los españoles".
Luego también tuvo un guiño con Del Bosque: "Enhorabuena por el trabajo y por lo que has tenido que aguantar". El Rey no ha estado al margen de la polémica por el sistema de juego del equipo y la creación de ese falso nueve.
Iker Casillas entregó, en nombre de la selección, una camiseta firmada por todos, que el Rey prometió ponerse en otro momento.
La reina fue la gran ausente en la recepción. Doña Sofía se encuentra en viaje de cooperación en Filipinas.
Con cara de sorpresa, las infantas Leonor y Sofía asistieron al acto. Al principio, saludaron con cierta timidez a los jugadores -unos las acariciaron; otros, les dieron la mano aunque también hubo quien no les hizo ni caso- pero al final, cuando Casillas les prestó la copa para que se hicieran una foto, encontraron un tesoro. El trofeo guardaba en su interior papeles de colores que ambas fueron sacando al aire. Era parte del sueño que se vivió el domingo por la noche en Kiev. Un sueño que todos esperen que continúe, también el Rey. "Aunque en el deporte, ya se sabe...".
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