Otras izquierdas
Con relación a la respuesta electoral que han recibido dos formaciones de izquierda en Italia y Grecia he recibido dos cartas que plantean reflexiones pertinentes, al margen de hipótesis sobre intereses ocultos, sobre el etiquetado ideológico de las mismas. Las reproduzco aquí, así como las respuestas de las periodistas que cubren estas informaciones.María de Francisco ha escrito que siente mucho que este diario tilde de antipolítica el movimiento "5 stelle" en Italia. Este movimiento no es antipolítico sino todo lo contrario, ofrece la oportunidad a toda la ciudadanía de participar en política, con asambleas abiertas en las que se deciden programas electorales y propuestas.Se podría decir que es un movimiento en contra de los partidos tradicionales, del concepto de democracia actual que se basa en tener un programa electoral que los partidos no están obligados a respetar y limitar la participación ciudadana a un voto cada cuatro años. La política no es propiedad de los partidos tradicionales y concebir un nuevo modelo de sociedad no significa ser antipolítico. Me pregunto que intereses (¿o será solo ignorancia?) lleva al periódico a tratar este tema con tanta ligereza. Infórmense, daría para un buen reportaje (para variar)".Ésta es la respuesta de Pablo Ordaz: Hemos usado el término antipolítica o a veces la expresión "la aquí llamada antipolítica" porque, efectivamente, ese es el término que se viene usando en Italia --desde los principales medios de comunicación al presidente de la República-- para referirse a los "no partidos", listas cívicas o asociaciones que, reunidos en torno al Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, han concurrido con bastante éxito a las pasadas elecciones administrativas. Estoy de acuerdo con la lectora en que tal vez haya que buscar una palabra más precisa que refleje mejor el fenómeno, si bien no hay que olvidar que la característica común a todos los colectivos del Movimiento 5 Estrellas es precisamente su rechazo a la política tal como se viene ejerciendo desde hace demasiado tiempo en Italia. Es un grito de "basta ya" a La Casta, a sus privilegios y a sus numerosos casos de corrupción. La aparición y el éxito de estas listas cívicas se debe al fallo generalizado de los partidos tradicionales en su compromiso con los ciudadanos. En cualquier caso, nunca hemos utilizado el término de forma peyorativa. De hecho, si estos movimientos logran que, por una parte, los ciudadanos se interesen y se involucren más en los asuntos públicos y, por otra, los partidos tradicionales se comprometan de una vez por todas con el juego limpio, la "política" tendrá mucho que agradecerle a la "antipolítica". Muchas gracias.Por su parte, Ana Ruiz, periodista y asidua lectora de este diario, escribe: Podría entenderlo de otros medios y otras líneas editoriales, pero en el caso de su diario, no acabo de comprender por qué la irrupción de la coalición de Izquierda Radical en Grecia, se convierte en la segunda fuerza política, ocupa el segundo lugar en el titular de una de las informaciones. Neonazis y extrema izquierda serán claves en el parlamento de Grecia. Son definidos en este orden y de esta manera. Desde una perspectiva democrática, la irrupción de una plataforma democrática; insisto, se ha convertido en la segunda fuerza política, es tal vez un hecho más decisivo que el 7% de los sufragios para una plataforma xenófoba. ¿Debemos publicitar los demócratas los logros de los fascistas? Si no recuerdo mal, Le Pen en la civilizada Francia ha obtenido el 20. Tampoco no acabo de entender por qué Izquierda Radical es ultraizquierda, extremista....cuando propone renegociar el pacto de Estabilidad e incluir una cláusula a favor del crecimiento. Hollande, en Francia, propone medidas muy similares. ¿Existe un cierto prejudicio ideológico respecto a las nuevas plataformas progresistas que surjan en Europa como contrapunto a los tradicionales partidos socialdemócratas?
María Antonia Sánchez-Vallejo explica: "El calificativo de radical que suele acompañar a Syriza deriva directamente de su nombre: Coalición de Izquierda Radical, en griego (Syriza es un acrónimo), en el que radical no tiene otra connotación que "enraizado" o "con raíces". Por tanto, huelgan definiciones como ultraizquierda o extrema izquierda. Con respecto a los neonazis de Aurora Dorada, hay dos aspectos que respaldan la noticia: Grecia padeció una ocupación nazi entre 1941 y 1944, y ese hecho histórico permanece muy vivo en la memoria del país (por tanto, la entrada de 21 diputados neonazis en el Parlamento resulta cuando menos sorprendente). Además, el Frente Nacional de Marine Le Pen resulta una lección de democracia en comparación con los postulados de Aurora Dorada (baste uno de ellos: minar las fronteras para que no entren inmigrantes en Grecia, por no hablar de las razzias de extranjeros con las que se relaciona a sus militantes). Evidentemente que no son equiparables Syriza y Aurora Dorada -ni en ideología ni en porcentaje de votos y escaños.
El titular obedecía a la intención de destacar la notable emergencia de estas dos fuerzas en un Parlamento más atomizado. Sin embargo, el calificativo de extrema izquierda no se corresponde con la ubicación ideológica que, desde los editoriales, se emplea al definir Syriza (un grupo asemejado a Izquierda Unida). Lo que no puede hacer este diario es ignorar el respaldo a la formación neonazi.
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