Cambio de hora

Cada vez que adelantan la hora me levanto de la cama como si bajara del avión después de un vuelo transoceánico. Leo en la prensa que los hogares de Pamplona, sólo en factura eléctrica, ahorrarán 400.000 euros con el cambio de horario, y me pregunto: ¿cuántos euros más se ahorrarían si el cambio se hubiera adelantado un día, y en octubre se atrasara otro? ¿Y si en vez de uno fueran dos, o tres, o cuatro…? Dicho de otra manera, ¿cuál sería el balance si el horario de verano se estableciera para todo el año? No creo que fuera negativo, pues con las escasas horas de luz solar que hay en diciembre y enero, que amanezca o anochezca una hora arriba o abajo debe tener una incidencia nula.

Por eso, a esas sesudas mentes que calculan al céntimo el beneficio de la medida, les agradecería que respondieran a las preguntas anteriores. Y si calcularan el perjuicio que ocasiona al ciudadano (la alteración del ritmo en los niños y adultos también se debería cuantificar y valorar), el beneficio, de existir, sería pírrico. Sólo con adelantar en invierno una hora los programas de TV, el beneficio sería mayor y, excepto los noctámbulos, lo agradeceríamos.— Javier Hermoso de Mendoza.