Los lectores nos corrigen (1)
En el buzón del Defensor del Lector se reciben rectificaciones puntuales sobre malos usos del idioma, correcciones a datos... Publico una muestra de los últimos.
Isla de UT. Mª del Carmen Guzmán Hermida señala que es incorrecto el empleo de isla de Utoya para identificar el lugar donde se produjo una terrible masacre en Noruega. Y explica: Utoya traducido al castellano es isla de Ut. Oya ( en noruego, la letra ‘o’ barrada ) quiere decir la isla. Escribir, pues, la isla de Utoya es una redundancia. Dejaríamos el párrafo así: Será juzgado por 77 asesinatos en Oslo y Utoya o bien Será juzgado por 77 asesinatos en Oslo y la isla de Ut.
Juan Gómez, que cubrió los días posteriores a la masacre, me remite una carta del profesor de literatura de la Universidad de Bergen (Noruega) en la que rechaza que Utoya sea incorrecto: "La isla de Ut no se puede decir, ya que oya (con flecha) - que significa isla – es parte inseparable del nombre. Y como no coincide con la forma de isla en español no veo la redundancia. Para tomar otro ejemplo, Alemania se llama en noruego Tyskland, lo cual quiere decir el país o la tierra de los alemanes, pero no se pueden separar las dos partes, no se puede decir landet Tysk. Se evitaría en noruego – en lo posible - hablar de "landet Tyskland", pero cabe perfectamente decir que "Tyskland er eit stort land" (Alemania es un gran país). Etimológicamente, Utøya parece significar la isla (de) afuera, pero para un noruego el nombre resulta contradictorio, ya que en la costa sería una isla muy lejana, muy adentro del mar y, en realidad, está en un lago muy cerca de la desembocadura".
Un exalto cargo. Nenuca Conejo señala este error en una noticia: Podría explicar el redactor qué es un exalto en este contexto?. ¿Es un cargo que antes era alto y que ahora no lo es? Recientemente leí en otro periódico algo similar refiriéndose a una persona que era exmano derecha de alguien. ¿Se puede ser exmano? Siguiendo las instrucciones de la Real Academia de la Lengua, que recientemente ha autorizado anexar los prefijos a la base en determinadas circunstancias, estos solo se pueden anexar cuando la base es univerbal, no cuando la misma está constituida por más de una palabra. Le agradecería que fueran más vigilantes con este tipo de errores, que un periódico como el suyo (mejor dicho, el nuestro) no se puede permitir.
Laísmo. Juan José Hernández señala dos frases de esta noticia: El obispado anunció entonces que no readmitiría a la docente, y el Ministerio dice ahora que solo la pagará los salarios atrasados del curso y Pese a todo, Educación tiene en nómina ahora a Galera Navarro, y la está pagando los salarios desde hace un año. Y pregunta qué dice el Libro de Estilo sobre el laísmo. (Libro de Estilo: Laísmo. Se llama así a la utilización incorrecta del la por el le. Menos frecuente que el leísmo, es una falta corriente en algunas regiones, especialmente en el norte de Castilla. Se produce laísmo cuando se utiliza la como pronombre representativo de un complemento indirecto femenino. Ejemplos: ‘la llevé un paquete’ (a ella). Lo correcto en este caso es ‘le llevé un paquete’ (a ella). Se usa la correctamente cuando este pronombre representa a un complemento directo femenino. Ejemplo: ‘la llevé a Cádiz’. En este caso, la representa a ella.).
Colmillos, no cuernos. Juan envía un breve aviso: Los elefantes no tienen cuernos, al menos los cuernos 'sin segundas' y sí tienen colmillos. Se refiere a la noticia . El error se corrigió.
Apostar por golpear a la esposa. Luis Garbayo rechaza el empleo de la expresión Abdelam Laarusi, el imán de Terrassa, apuesta por golpear a la esposas con un bastón, el puño o la mano en la noticia de la edición impresa sobre el caso. En su carta propone otros términos como defiende, alecciona…
Deshechos. Juan Bosco escribe sobre una falta que se repite: En la edición del viernes 9 de marzo de 2012, en la página 8 de 'madridviernes', en el subtítulo aparece: "... reutilización de deshechos..." y más abajo, en la línea 13 del artículo, vuelve a escribir "... estudia los deshechos..." . Lamentablemente, este tipo de faltas crea malos hábitos en los lectores. Soy profesor y puedo comprobarlo con frecuencia. De pequeño me enseñaron bien la ortografía, especialmente las palabras homófonas: haya, halla, aya, allá; deshecho, desecho, etc.
Marina. Roman Ceano escribe contra el uso de la palabara marina en lugar de puerto deportivo. Entiendo que sus redactores utilizan esta expresión porque así los titulares les quedan más cortos, pero estaremos de acuerdo que estropear el idioma es un precio muy caro a pagar por una buena compaginación gráfica. En un periódico que ha torturado a sus lectores con los famosos tiqué, chalé, etc.. sorprende esta súbita relajación. Por motivos profesionales he visitado el sudoeste (‘suroeste’ como dirían ustedes) de EE UU y puedo certificar que el inglés es el verdadero enemigo del castellano. La aparición de marina en titulares de su periódico es para mí el primer contagio de una pandemia llamada 'spanglish' infinitamente más peligrosa que el catalán que tanto preocupa.
Artemisia Gentileschi.Julio César Fernández señala que en el periódico de 20 de marzo hay una noticia sobre la pintora del siglo XVII Artemisia Gentileschi. "Es absolutamente legítimo, y un acto de justicia histórica, el recuperar a las artistas cuyos logros a través de los siglos han sido relegados por el simple hecho de ser mujeres. Pero si en la misma noticia se comete un error del calibre de relatar que Artemisia conoció y trató a Miguel Ángel Buonarrotti al llegar a Florencia en 1616 (cuando Miguel Ángel murió en 1564), la verdad, se resta credibilidad al conjunto del artículo. ¿Realmente no es posible evitar un error de bulto como este? Lo que me preocupa además es: ¿de dónde sale la relación entre Artemisia y Miguel Ángel? Mal hubiera estado el que simplemente se les hubiera citado como coetáneos, pero además decir que se conocieron, y fueron amigos, ya suena a fabulación. ¿Cómo me voy a creer el resto del artículo? Lo de que Artemisia también conoció a Galileo Galilei, ¿viene de la misma 'fuente'? En fin, como lector del El País desde su fundación (y tenía 8 años entonces), no me parece propio de nuestro periódico.
(El artículo debía haber precisado que se refería a Miguel Ángel Buonarrotti, el joven, sobrino de Miguel Ángel).
Por qué. Anastasio Álvarez advierte que en la edición del viernes (Andalucía, página 46). En un ladillo, se destaca: "Su filosofía parte de cuestionarse el porqué sufren los inocentes". Para cerciorarme de si ha sido fallo del autor del texto, reviso este con detenimiento; y en la tercera columna se lee: Se preguntó por qué sufren los inocentes. No, no ha sido el autor quien ha errado, sino la persona que ha elaborado el ladillo. Y como los ladillos tienen esa importancia, destacan algo del texto que se considera fundamental y que, a lo mejor, es lo único que algunas personas leerán, debieran ser elementos muy cuidados. La persona que haya redactado este del que hablo debiera saber bien la diferencia entre por qué, porqué, porque y por que. Es cuestión que se enseña en cursos básicos de redacción. Consecuentemente, debería saber que el texto podría haberse redactado de dos maneras: una, Su filosofía parte de cuestionarse el porqué del sufrimiento de los inocentes y, otra, Su filosofía parte de cuestionarse por qué sufren los inocentes. Nunca como aparece.
Cociente de inteligencia. Una lectora, que se identifica como Lilí0, comenta que ya ha señalado en anteriores ocasiones un error de concepto. No existe el coeficiente de inteligencia. En Psicología se habla del cociente de inteligencia, el resultado de dividir la edad mental por la cronológica.
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