Decepcionada
Así me siento con todos aquellos que tildan a los empleados públicos de holgazanes y que aplauden el sistemático deterioro de nuestras condiciones laborales.
Sí, soy empleada pública, enfermera. De esas que se parten el lomo para que ningún paciente note que trabajamos por dos cuando una compañera tiene reducción de jornada porque no la cubren; de esas que cubren los 21 primeros días de baja de otra compañera; de esas que vuelve loca a su familia porque pasa la Navidad, los fines de semana, los festivos, trabajando; de esas que se forma en sus días libres o no duerme para hacerlo; de esas que prepara a los especialistas por amor al arte porque no hay presupuesto para ello. De esas que sienten un pinchazo en el corazón cuando piensa que ni nuestros pacientes ni nosotras nos merecemos el trato que se nos está dando.— Patricia Miguel Mata.
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