La crisis y la huelga general
Yo no me enriquecí con la especulación, ni prestando alegremente el dinero de otros, ni colocando sospechosos productos financieros. Tengo la suerte de trabajar honradamente. He visto como reducían y congelaban mi sueldo, como me subían los impuestos, como perdía poder adquisitivo. Quieren que trabaje más horas. Veo como se degradan los servicios públicos, como se cambia la legislación laboral para desproteger a los trabajadores. Convivo con familias que lo están pasando mal, muy mal.
¿Por qué tenemos que pagar una crisis que no hemos creado? ¿Por qué se gravan las rentas del trabajo y no las del capital? ¿Por qué se reforma el despido o la negociación colectiva? ¿Qué hace el Gobierno contra los especuladores, los malos gestores o los corruptos? Estoy indignado y envidio a los islandeses que se negaron a pagar las deudas de otros.
Por eso el día 29 iré a la huelga. ¡Que nadie olvide que la legitimidad democrática de los sindicados emana de las urnas y que es tan grande como la de cualquier Gobierno de España!— Carlos Perrela Larrosa. Zaragoza.
Me quedo sorprendido por la convocatoria de huelga del próximo 29 de marzo. El día 20 de noviembre de 2011 quedó clara la postura de los españoles. Durante ocho años no hemos sabido absolutamente nada de los sindicatos. Si la situación está mal, no creo que sea culpa de un gobierno que no ha llegado a los 100 días de mandato. Mi pregunta es la siguiente: ¿la huelga es obligatoria? Si no hago huelga, ¿soy un facha?
Si no trabajo, ¿me uno a la huelga? Si soy sindicalista ¿me uno a la huelga? Soy de izquierdas de toda la vida, por eso critico a UGT y a CC OO.— Jaime Alacid López.
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