La difícil tarea de emular al chef cafre
"Chicote se dedicará a reflotar ante las cámaras restaurantes desastrosos llevados por mánagers ineptos, dueños metetes y cocineros guarros que almacenan comida pasada en las neveras"
Misterio desvelado: nuestro Gordon Ramsay será Alberto Chicote. ¿Que no sabe usted quién es ninguno de los dos? Veamos, Ramsay es uno de los cocineros estrella del mundo anglosajón, aunque en España se le conoce sobre todo por conducir el reality Pesadilla en la cocina. Chicote es el alma de Pandelujo, aunque los no gourmets quizá le distingan entre los millones de chefs españoles por sus chaquetillas, situadas en un punto intermedio entre la psicodelia y las etnias sudafricanas.
Alberto hará de Gordon en la versión española de Pesadilla que prepara laSexta. Es decir, que se dedicará a reflotar ante las cámaras restaurantes desastrosos llevados por mánagers ineptos, dueños metetes y cocineros guarros que almacenan mugre y comida pasada en las neveras. Chicote me cae simpático, por lo que desde aquí le acompaño en el sentimiento. Supongo que su caché subirá con esto, pero la tarea que tiene por delante es ímproba.
A los admiradores de Ramsay nos será difícil olvidarle en este remake. De hecho, para mí lo único interesante del programa en cuestión es él: su bordería, sus fucking juramentos, sus críticas corrosivas y sus impías burlas a camareros y pinches, sabiamente suavizadas con un posterior “yo solo quiero ayudarte”. Es un ser insoportable con una lengua criminal, y por eso disfrutas viéndole en la tele.
Por si fuera poco, la vida real del británico también es tierra fértil en ese tipo de miniescándalos que te alegran la mañana. Apunto solo los de los últimos 10 días: Gordon ha tenido que soltar unos 60.000 euros a una niña neozelandesa víctima de una rara enfermedad intestinal, después de que la familia de esta le demandara por no asistir a un acto benéfico al que se había comprometido a ir (di que sí, ¡así se trata a las celebrities con veleidades humanitarias!). Y Gordon ha demandado a un antiguo director del News of the World por hackearle el e-mail y publicar dos historias fantásticas: el trasplante de pelo del chef y su excursión a pescar tiburones poco después de salir en televisión deplorando esta práctica.
Aunque me cuentan que su personalidad es torrencial, no sé si Chicote será capaz de distraernos tanto como Ramsay dentro y fuera de la pantalla. En todo caso, le deseo más suerte que la que tuvo Sergi Arola con La cocina del infierno, ese otro reality recordado como la mayor bazofia que ha firmado nunca un cocinero en su carrera hacia la fama.
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