Archivada la querella de Borja Thyssen contra su madre
La Audiencia de Madrid explica que la ley impide querellas por apropiación indebida entre padres e hijos Reclamaba a la baronesa dos cuadros de la colección
La Audiencia de Madrid ha archivado la querella que presentó Borja Thyssen-Bornemisza contra su madre por la supuesta apropiación de dos cuadros pertenecientes a la colección de la baronesa que Borja sostenía que le pertenecían. La decisión de la Audiencia de rechazar a trámite la reclamación es firme.
En enero de 2011, Borja formuló querella criminal contra su madre, y contra terceras personas, por la supuesta apropiación de dos cuadros: uno atribuido a Corrado Giaquinto conocido como El bautismo de Cristo, y el cuadro de Francisco de Goya conocido como Una mujer y dos niños junto a una fuente.
El juzgado de instrucción nº 7 de Madrid acordó inicialmente admitir a trámite de la reclamación de Borja contra su madre, pero la Audiencia ha estimando el recurso de apelación interpuesto por el abogado de Carmen Thyssen, Gonzalo Martínez- Fresneda y ha revocado el pronunciamiento del juzgado, declarando la querella inadmisible.
El auto de la Audiencia Provincial se centra en que Borja Thyssen no puede ir contra su madre al tratarse de un conflicto puramente económico, toda vez que la ley impide las querellas por apropiación indebida entre padres e hijos.
Carmen Thyssen siempre ha sostenido que los cuadros mencionados forman parte de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza, y nunca han pertenecido a Borja Thyssen, ya que nunca se llegó formalizar contrato de donación o cesión alguno a su favor, ni tales cuadros han estado nunca en su poder.
Las diferencias entre madre e hijo se remontan a tres años atrás cuando Borja Thyssen contrajo matrimonio con Blanca Cuesta. La relación entre ambos está rota.
Carmen Cervera, cuando se presentó la reclamación, declaró a EL PAÍS: "Esos cuadros son herencia, no son suyos. Borja está muy mal aconsejado por la gente que le rodea". Sobre los problemas con su hijo añadió: "No tengo su teléfono pero mi puerta está abierta. Solo tiene que decir: 'Mamá, te quiero', y todo se arreglaría. Él además recibe todos los meses una importante cantidad de dinero que le envío. No le falta de nada".
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