Regalos con mano (y a máquina)
Hace algunas semanas, mi compañera Ana Pantaleoni escribió Regalos con mano, una entrada sobre varios emprendedores que han sacado o luchan por sacar adelante sus productos para niños con la ayuda de Internet y de una tonelada de ganas y originalidad, por hacerse un hueco entre la corriente dominante. En muchos casos, el empujón para algo que se venía fraguando es el nacimiento de un niño, propio o de conocido, y es habitual que los productos que ofertan, además de con cariño, estén hechos con las manos.La entrada que estais leyendo quiere continuar la de Ana. De hecho, ella misma nos pidió a los compañeros más ideas para su lista, pero yo llegué tarde. Lo que viene a continuación, además de productos que pueden gustar más o menos -yo tengo algo de casi todos ellos, no hablo por hablar-, son varias historias personales: Las de personas que intentan ganarse la vida con iniciativas pequeñas, cargadas de esfuerzo e ilusión, en tiempos difíciles como los actuales, de personas que lo han dejado todo por ese hobby que quiere ser negocio o que no lo han dejado porque "desgraciadamente", como dice una, no se lo pueden permitir (todavía). Yo he elegido este puñado de historias que los interesados me han regalado vía correo y que os resumo a continuación. Seguro que vosotros conocéis otras; os invito a que nos las contéis.
María me cuenta que estudió psicología y que hizo un máster en marketing al acabar la carrera. El marketing es el campo en el que trabaja, en una multinacional, que le permite una "cierta estabilidad económica". Pero como también le tiraba la costura, sacó tiempo para hacer un curso que ahora quiere complementar con "algo más profesional". Unió esa afición a la aguja y el hilo con el cumpleaños de su sobrina Aroa, creando para ella una camiseta de princesas que, para su sorpresa, encantó a todo el mundo, además de a la niña. Los reunidos en ese cumpleaños empezaron a encargarle camisetas y así nació DEUNAENUNA, que ella define como "una marca de ropa infantil y complementos". Animada por este éxito doméstico, comenzó a hacer "más cositas: broches, diademas, baberos, marcos de fotos". Luego vino la página web y el Facebook, la participación en diferentes mercadillos independientes y la venta en pequeños comercios. Subraya María que se trata de objetos hechos a mano -las camisetas las compra y luego las estampa con sus creaciones-, que se pueden personalizar los encargos -yo mismo lo he hecho- y que "quiere ser una marca asequible". "Desgraciadamente, es muy difícil vivir de algo así", dice; "compaginar" trabajo y DEUNAENUNA es duro por el tiempo que lleva atender los compromisos, realizar los pedidos y crear nuevos diseños -salidos de una imaginación "llena de monstruillos y calaveras" y de "formas básicas y claras". "Pero, si tengo que elegir las satisfacciones que me han dado ambos "trabajos", me quedo, sin DUDAS, con DEUNAENUNA; es algo de lo que, independientemente de lo que me depare el futuro, me siento realmente orgullosa". Remate y gol.
CECILIA GÓMEZ LLINÁS
A Cecilia, que no se dedica en particular a los niños, llegué por un regalo, una bolsa de tela para las "cositas" del mayor. Era muy sencilla, blanca, con cremallera, del tamaño de un bolso pequeño, con el nombre y unos detalles pintados con un gusto retro exquisito. Por más que insistimos, la regaladora no nos revelaba el secreto. Hube de perder la bolsa un aciago día para conseguir otra y dar con la persona detrás de los detalles. Hablé con ella la semana pasada y me contó que, aunque siempre ha pretendido pintar para vivir, ha tenido varios trabajos en empresas convencionales que terminó dejando para dedicarse "a la pintura en cuerpo y alma". Aunque se formó como pintora y completó esta formación con Juan Mirasierras, se describe como "autodidacta" en la pintura sobre tela, en la que empezó en 1982. En su tienda/taller/escuela de la calle Duque de Sesto de Madrid, donde la ayudan Isa y Lola, se pueden encontrar sus trabajos, un muestrario de lo que hacen y se puede también hacer encargos personalizados. Como decía, no se dedica en particular a los productos para niños, pero también hay un hueco para ellos entre las camisetas, blusas, vestidos, faldas, jerseys, cortinas, estores, murales, almohadones y artículos de regalo (pañuelos, fulares, bolsas, mochilas, zapatillas, abanicos, corbatas, sombreros). Me subraya Cecilia que "los diseños son de creación propia, no en serie" y que no hay plantillas ni técnicas de estampación detrás de ellos: "Se hacen siempre manualmente, lo que hace que cada trabajo sea exclusivo".
BLOG DE MADRE
Este es un caso especial porque no vende ropas o juguetes sino experiencias. Concretamente las suyas, en forma de libro. Vamos por partes. Aunque la tuve durante lustros delante de las narices, no conocí a Eva Quevedo hasta hace unos meses, en un taller al que nos invitaron para que lleváramos a nuestros hijos a hacer pan y para contarnos las virtudes de este producto que consumo en cantidades indecentes.
Ella, además de madre de dos niñas que hicieron de las suyas con la masa, era Madre, la Madre detrás de Blog de Madre, un torrente de simpatía e ingenio. Tirando del hilo de este encuentro, Eva me cuenta que ha recopilado algunas de las hilarantes historias de su blog en un libro que considero un regalazo para gestantes primerizas, madres y padres desnortados -reconforta saber que alguien lo pasa igual de mal y bien que tú- y para cualquiera que quiera echar unas risas con un libro, cosa que ocurre con escasísima frecuencia. Tiro más y Madre cuenta más cosas -creedme si os digo que habría sido infinitamente mejor dejarla hablar a ella desde aquí-, como que la cosa empezó al nacer Lapequeña -hermana de Lamayor-, cuando, para "no enloquecer", comenzó a escribir sus cuitas, algo que siempre le había gustado, en una página de Facebook -a veces con la niña en brazos y en ocasiones con la música de Lamayor de fondo. La viralidad de las redes sociales hizo su trabajo y el perfil de Facebook se llenó de megustas, cosa que enardeció la vanidad de esta abnegada, como ella misma reconoce, lo que la llevó a oficializar sus comentarios en forma de blog. Una cosa llevó a la otra y al poco surgió la posibilidad del libro. Como un par de editoriales no repondieron en tiempo y forma, Eva se autoeditó, autohabló con quien tuviera que hacerlo y puso a la venta su libro, para cuyo diseño contó con la ayuda de Ata Lassalle, autor de ese logo en el que Eva busca su yo y de los dibujos con el que, en palabras de Madre, se trata de "dar un valor añadido a un libro que, al fin y al cabo, proviene de un blog de internet". Dentro de poco, coincidiendo con la Feria del Libro de Madrid, saldrá una nueva edición de El Libro de Blog de Madre bajo el sello Plaza&Janés. Para poder costearse el tiempo que le cuesta el blog, el libro y Lasniñas, Eva pidió una excedencia que ha ido ampliando y que ahora disfruta porque, dice, "hago algo por mí misma, con mis propias manos, algo que la gente valora y donde no se me juzga duramente ni se me castiga por querer dedicarle más tiempo a mis hijas, llevarlas al médico o simplemente a patinar. He descubierto que soy inmensamente feliz dividiendo cerebro y cuerpo entre mi familia, el libro y la vorágine diaria y acaparadora de las redes sociales. Escribo cuando buenamente puedo y me dejan. A las 7 de la mañana. A las 12 de la noche. En una servilleta de bar... Incluso apunto lo que sueño, porque hasta mis sueños tienen últimamente forma de historias para un blog. Y me siento inmensamente afortunada por ello". Palabra de Madre.
Aunque esta marca de ropa y complementos no es artesanal, sino "designed in Spain, made in Portugal", también empezó como algo pequeño. De hecho, como me cuenta Ata Arróspide, fundador de la marca junto a Annika, ha ido creciendo "por no echar por tierra todo el trabajo anterior". La historia de la puesta en marcha es similar a otras: la idea nace con un niño. Y con las ganas de vestirlo de manera divertida y desenfadada. Además, primero una y luego otro se vieron sin trabajo por culpa de esta crisis que nos asfixia, así que en 2009 hicieron un primer intento, consistente en estampar en bodies comprados a granel. Primer choque, la cosa no cuadraba. Así que empiezan a buscar fabricantes que les hicieran "prendas con nuestros diseños, nuestros colores y con la calidad y comodidad que entendemos debe tener hasta la prenda más sencilla dirigida a un bebé". Pese a otros traspiés, una "actitud inconsciente" los hace no desistir y siguen diseñando y vendiendo prendas infantiles con colorido y diseño propio, de calidad, prendas que persiguen un ideal: Noñoño quiere ser "divertido" y desdramatizar la m/paternidad. De ese afán por desdramatizar nace un blog y, oh sorpresa, de él un libro, el manual Cómo tener un bebé y no volverse unos cursis, "una especie de "artículo de merchandising venido a más, un vehículo de comunicación de imagen de marca", como lo define Ata. Pues eso.
Y seguro que vosotros conocéis muchos más.
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