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Cierra el refugio de Lydia Cacho

Raquel Seco

"El feminismo es una linterna, su luz es la justicia que ilumina las habitaciones oscurecidas por la intolerancia, los prejuicios y los abusos". Así, como una luz, se presenta en su web elCentro Integral de Atención a las Mujeres(CIAM) que desde hace una década regenta en Cancún la periodista mexicana Lydia Cacho.

El CIAM, ideado como un "refugio de alta seguridad" al que las mujeres pueden acudir con sus hijos ante casos de violencia de género, asegura haber atendido a unas 10.000 personas al año en el Estado de Quintana Roo,una zona especialmente vulnerable a los crímenes sexuales (como la propia Cacho relató en su libro sobre pederastiaLos demonios del Edén, que le trajo graves problemas con empresarios y políticos). A pesar del reconocimiento internacional y del éxito del que presumen los trabajadores del CIAM, esta luz se apaga.

En un comunicado, el CIAM Cancún A.C. ha informado de que dejará de funcionar como refugio de alta seguridad para convertirse paulatinamente en un "centro de capacitación y educación para la paz enfocado a la prevención de la violencia de género y social". De la acción directa a la asesoría. Dejarán de existir, por lo tanto, los actuales servicios de atención, rescate y refugio de víctimas para especializarse en lo que denominan "orientación y capacitación de instituciones sociales y educativas" en materia de violencia machista.

La explicación que da el centro para el cierre del refugio es, una vez más, la situación económica. El presupuesto para fines sociales de las instituciones públicas de México no ha disminuido, pero Cacho subraya que el Gobierno estatal ha retirado los fondos para atención a víctimas con organizaciones no gubernamentales, por lo que el centro "ha decidido redirigir su esfuerzo hacia la incidencia en prevención y en educación para la paz por considerarlo la mejor forma, en las actuales circunstancias, de abordar la violencia de género".

Lydia Cacho ha subrayado en una carta que, sin la existencia de asociaciones civiles como la suya, la asistencia a víctimas de la violencia en México no está garantizada. "El Estado y sus programas de atención a víctimas no dan, desde sus propias instituciones, los servicios adecuados que las víctimas y sus familiares se merecen, y por otro, están forzando a las ONGs a simular servicios para poder recibirdineropúblico (tal y como las instituciones públicas los simulan)yel equipode profesionales de CIAM Cancún A.C no está dispuesto a callar ante semejante despropósito".En el centro trabajaban enfermeros, psicólogos, abogados y trabajadores sociales, hasta ahora "con salarios dignos", como remachan desde el refugio.

Foto:RICARDO TRABULSI

Comentarios

http://nelygarcia.wordpress.com. Aunque la prevención sea la forma más adecuada, para erradicar abusos, el cerrar las puertas a las mujeres que necesitan ayuda, me parece una aberración.
Dios mío qué pena. Esta mujer es excepcional, cuánto lo siento. Ojalá tuviera dinero suficiente para poder ayudarle, mierda de gobiernos apestosos.
No puedo creer, me Niego a aceptar sin más el aparente poder de la mafia de trata de personas!!...estoy segura que el gobierno mexicano rectificará y sino sra. Cacho, salga y visite otros organismos, instituciones, fundaciones, etc que estoy segura le apoyaran!!...siga Luchando, Rescatando, Salvando vidas y Dignificando a las mujeres víctimas de esa violencia...Gracias, sra.Cacho por ser, existir y seguir haciendo!...fuerte abrazo

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Sobre la firma

Raquel Seco
Periodista en EL PAÍS desde 2011, trabaja en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro. Antes editó en el suplemento IDEAS, coordinó el equipo de redes sociales del diario y la redacción 'online' de Brasil y trabajó en la redacción de México.

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