Muere Txillardegi, escritor y fundador de ETA
Álvarez Enparantza, considerado uno de los teóricos del nacionalismo vasco
El lingüista, escritor y político José Luis Alvarez Enparantza, más conocido como Txillardegi, ha fallecido esta mañana a los 84 años de edad. Fue uno de los fundadores de ETA y de Herri Batasuna y está considerado como uno de los teóricos más influyentes del nacionalismo vasco.
Nacido en San Sebastián el 27 de septiembre de 1927, Txillardegi es una de las personalidades más destacadas de la cultura y la política vasca de la segunda mitad del siglo XX. Su obra Leturiaren Egunkari Ezkutua (El diario escondido de Leturia, 1957) se considera la primera novela moderna escrita en euskera, donde aborda el existencialismo y con la que nace la nueva narrativa vasca.
Ingresó en 1957 en la Academia vasca de la Lengua, Euskaltzaindia, y ayudó a dar forma al euskera batua que unifica los diferentes dialectos. En su faceta política, Txillardegi fue uno de los jóvenes fundadores de Ekin, precursora de lo que luego fue ETA, y del propio grupo armado, en 1958. Militante de la organización juvenil del PNV, Alvarez Enparantza fue detenido por vez primera en 1950. A principios de los años cincuenta fue uno de los fundadores de Ekin, formó la primera célula de esta organizción en San Sebastián de la que formaba parte también Rafael Albisu, el padre del que fuera máximo dirigente de ETA Mikel Antza.
Las tensiones entre los miembros de Ekin y el PNV se agudizaron en 1958, año en el que Txillardegi, junto con otros miembros de la organizción juvenil, se entrevistó con el lehendakari en el exilio José Antonio Aguirre. Los desacuerdos llevaron, en diciembre de 1958, a la constitución de una nueva organización que sucedió a Ekin y que fue bautizada como ETA. De hecho, fue el propio Txillardegi el que propuso adoptar el nombre de Euskadi Ta Askatasuna (ETA). La otra denominación que se barajó fue Aberri Ta Askatasuna (Patria y Libertad), que fue finalmente descartado porque sus siglas, ATA, significan pato en euskera. En 1960, José Luis Alvarez fue detenido por segunda vez y encarcelado durante tres meses en la prisión de Martutene. Tras quedar en libertad huyó a Francia, lo que hizo que fuera el primer miembro de ETA que se fue al exilio. Las autoridades francesas le prohibieron su estancia en el país, por lo que a principios de 1965 se trasladó a Bruselas, donde permaneció residiendo durante cinco años.
Desde la capital belga encabezó una tendencia dentro que se oponía a la tendencia marcada por la Oficina Política de ETA, a la que acusaba de españolista. La facción encabezada por Txillardegi se articuló en torno a la revista Branka publicada en Bruselas. En abril de 1967, poco después de la celebración de la segunda parte de la V Asamblea, Txillardegi, junto a otros destacados miembros de ETA, enviaron una carta al comité ejecutivo de esta organización dándose de baja y denunciando la línea marxista leninista que, en su opinión, estaba siguiendo el grupo que él mismo había fundado. En 1970 regresó de nuevo al País Vasco francés, aunque las autoridades de París emitieron una orden de expulsión contra Txillardegi y Telesforo Monzón que, finalmente, no fue hecha efectiva.
En 1976 fue uno de los promotores de uno nuevo partido, Euskal Sozialista Biltzarrea (ESB) y posteriormente participó en el nacimiento de la coalición de fuerzas abertzales de izquierdas que dio lugar a Herri Batasuna (HB), formación por la que logró acta de senador en 1978 y de cuya mesa nacional formó parte. Txillardegi volvió a marcar distancias con ETA y la izquierda abertzale después de que la banda terrorista rompiera la tregua que había anunciado en septiembre de 1998 y que mantuvo durante todo el año siguiente. Esas diferencias las plasmó en un artículo en el que, refiriéndose a ETA, señalaba que "una cosa es ir por delante del pueblo. Y otra muy distinta ir por libre. Y suponer, contra la evidencia y el sentido común, que el admirable, abnegado y respetabilisímo movimiento "ya nos seguirá" es absurdo".
"Txillardegi" acusaba a ETA y a un sector más amplio de la izquierda abertzale de estar "haciendo tragar decrépitas estrellas rojas de cinco puntas a troche y moche". A esta imputación, añadía la de prescindir de PNV, EA e IU, no tener en consideración a nacionalistas gallegos y catalanes, convocar huelgas sin el apoyo explícito y claro de los sindicatos abertzales, la quema de cajeros automáticos "porque sí". El padre de las siglas ETA defendía que la dirección política "del movimiento nacional" debía corresponder a Lizarra-Garazi. "No tiene ningún sentido que las decisiones políticas fundamentales sigan siendo tomadas de otra manera.Posteriormente mostró su adhesión al partido Aralar, formado como una escisión de Herri Batasuna. Sin embargo, en 2007 decidió abandonar el partido en desacuerdo con la participación en un homenaje a las víctimas de ETA organizado por el Gobierno vasco y por presentarse a las elecciones municipales en coalición con Ezker Batua (EB). Tras esto, volvió a acercarse a la izquierda abertzale tradicional y en 2008 fue candidato al Senado por ANV. Txillardegi también es padre del dirigente de la izquierda abertzale Joseba Alvarez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.