López anuncia unos servicios mínimos elevados si se mantiene la huelga del metro
Emplaza a la "cordura" al comité de empresa para que desconvoque el paro
El Gobierno recurrirá a dictar unos servicios mínimos elevados en el metro de Bilbao para el día de Santo Tomás si el comité de empresa mantiene la convotoria de huelga. El lehendakari, Patxi López, ha comparecido personalmente ante la "alarma social" suscitada por la amenaza de paro en un día en que se esperan 350.000 desplazamientos en ese medio de transporte y ha pedido a los convocantes "cordura y responsabilidad" ante la reunión de mañana con la dirección de la empresa.
López ha dicho que aún confía en que se reconduzca la situación, y ha apelado incluso a que el comité de empresa recurra a la vía judicial, pero también ha advertido que tanto la consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, como el de Interior, Rodolfo Ares, tienen ya sus instrucciones para neutralizar los perjuicios a la ciudadanía que la huelga provocaría en una jornada tan significativa, en la que, además, hay partido del Athletic. "Es difícil encontrar un día en el calendario en que tan pocas personas puedan hacer daño a tanta gente", ha dicho.
El lehendakari no ha dado un porcentaje, aún en estudio, según ha dicho, pero sí ha citado casos en los que los servicios mínimos, establecidos incluso con respaldo judicial, alcanzaron el 95%. En concreto, se ha referido a una convocatoria de huelga en Valencia coincidiendo con las Fallas. López ha aludido al enorme perjuicio económico que causaría el paro a comerciantes, productores agrícolas, ganaderos y artesanos que están esperando ese día como agua de mayo y ha instado a la ciudadanía a que, de producirse finalmente la huelga, haga uso del servicio, porque podrá hacerlo "con seguridad" y "sin retrasos".
López ha emplazado al comité de empresa a que "de verdad" explique el por qué de la huelga. A su juicio, el motivo oculto es su deseo de contratar a su modo a los nuevos empleados, que han entrado "por promoción interna, con la bolsa de trabajo, y de acuerdo a los informes internos de capacidad e idoneidad. Querían contratar a otras personas diferentes", ha acusado. "No sé si pretenden tomar el control de una empresa pública financiada por usuarios e impuestos públicos, pero la responsabilidad de la gestión del metro es nuestra y no vamos a declinarla, ni dejarla en otras manos".
La vía de la dureza
El Gobierno parece haber optado por la vía de la dureza y las cartas boca arriba, al modo en que actuó el Ejecutivo central con el SEPLA o el conflicto de los controladores aéreos. Así, López ha ofrecido datos sobre los salarios y condiciones que disfrutan los trabajadores del metro: un conductor cobra 42.000 euros, frente a los 32.000 de otro de Euskotren o los 36.000 de uno de Bilbobus y el personal ha crecido en un 50% en cuatro años. En 2007 la empresa gastó en personal 18,2 millones y este año serán 27,4, mientras la jornada laboral anual es de 1.592 horas, 82 menos que en el metro de Barcelona y 156 que en el de Sevilla. En el caso de los conductores, las horas efectivas son 1.065. Entre otros privilegios, los trabajadores de la empresa, sus parejas y sus hijos menores de 26 años viajan gratis en el metro y realizan dos millones de desplazamientos al año, es decir, ocho usos diarios por cada uno de los 680 beneficiarios.
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