Un trabajo de 'lobby'
Ferrmed, que aglutina a empresarios, puertos e instituciones, ha peleado por el eje mediterráneo durante siete años
En 2003 pocos pedían con convicción la inclusión del corredor mediterráneo en el mapa de ejes de transportes prioritarios para la Unión Europea. Entonces había presupuesto, pero faltó presión civil y política. El Gobierno español, entonces gobernado por el PP, primó el corredor central que conectaba Algeciras con la frontera francesa a través de Madrid y Aragón. Un año más tarde, en 2004 nacía el lobby empresarial Ferrmed con el objetivo de que el corredor mediterráneo entrase en los mapas.
Y no solo este lobby. Ahora, con un escenario presupuestario restrictivo, los agentes económicos y políticos defensores de la eurorregión mediterránea han aprendido de los errores del pasado y llevan meses movilizándose a favor de un eje ferroviario de pasajeros y mercancías, en ancho europeo, y paralelo a todo el litoral este español.
El ministro de Fomento, José Blanco, al que empresarios y políticos valencianos le han recriminado que no presionase lo suficiente ante Bruselas a favor de este eje, aludía hace unos días a las más de 20 reuniones que ha mantenido con organismos comunitarios y otros países implicados como Francia.
El ministro también ha sentido la presión desde multitud de foros. El primero, el lobby europeo Ferrmed, cuyo secretario general, Joan Amorós, alertó antes del verano de que el corredor estaba de nuevo en peligro tras asegurar que el corredor mediterráneo quedaba mutilado en algún punto de la provincia de Alicante. En una cumbre celebrada en Murcia, el lobby urgió a empresarios y Gobiernos autonómicos a presionar. Hubo viajes a Bruselas siendo todavía presidente Francisco Camps. La patronal valenciana y el lobby empresarial AVE se han sumado a la reivindicación con fruición.
Después de vacaciones no ha cesado la presión. En Castellón se reunieron alcaldes del Mediterráneo para apoyar el corredor. También se vieron las caras con este mismo propósito los presidentes de las autonomías afectadas y el pasado 10 de octubre, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, junto a otros presidentes regionales participó en un almuerzo con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, para dejar patente su empeño. En resumen, hace más de cuatro meses que se suceden las gestiones y audiencias.
Empresarios y políticos repiten como si fuera un mantra que este corredor representa el 40% del Producto Interior Bruto español (PIB), casi la mitad de las exportaciones españolas y el lugar donde se localizan los grandes puertos interoceánicos. Para ellos, los números justifican de largo su prioridad. Los defensores del corredor central, catalogado en 2003 por la CE como prioritario, necesitan un túnel que atraviese los Pirineos y dé continuidad al eje en Francia. Así lo dejaron patente en Madrid, en la sede del PP, los presidentes de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón.
La semana pasada, igual que hicieron los paladines del corredor mediterráneo, una delegación aragonesa encabezada por su presidente, Luisa Fernanda Rudi, acudió a Bruselas para presionar a favor de su corredor. Fue el mismo día que el ministro Blanco aseguraba en Valencia que el corredor mediterráneo tenía prácticamente asegurada su inclusión en el mapa de prioridades de la UE.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.