El número de extranjeros cae en Madrid 0,5 puntos de enero a junio

En la Comunidad de Madrid residen 1.062.817 extranjeros empadronados a 1 de junio de 2011, que representan el 16,3% de la población total, una cifra que implica una disminución de 0,5 puntos (-40.653 personas) en relación a enero de este mismo año, cuando la comunidad inmigrante representaba el 16,8%. Se trata de la segunda caída consecutiva en un fenómeno que desde 2005 siempre había registrado valores positivos. Así lo ha explicado esta mañana el consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, en la presentación del Informe de Población Extranjera Empadronada en la Comunidad de Madrid, realizado por el Observatorio de Inmigración-Centro de Estudios y Datos y que muestra una fotografía de la inmigración en la región basada en los datos de los 179 municipios de la Comunidad.

"La población extranjera empadronada en nuestra región continúa descendiendo, como ya lo habíamos observado en los más recientes estudios del Observatorio. Si en 2009 se apreció un estancamiento de dicha población, a partir de ese momento se nota un descenso del número de extranjeros empadronados", ha indicado Victoria. El responsable de Asuntos Sociales ha señalado que, entre otras causas, la disminución se debe al el "retorno motivado por la crisis económica".

¿Dónde viven los inmigrantes?

Otra importante causa, a su juicio, puede ser la nacionalización de miles de inmigrantes que dejan de figurar como extranjeros empadronados en el momento en el que obtienen la nacionalidad española. Aproximadamente, supone la mitad del descenso. Según el consejero, en 2010 fueron nacionalizados 32.834 extranjeros en Madrid. El acumulado desde 2002 es de 178.273 nuevos nacionalizados españoles. También ha podido afectar la reforma efectuada en la normativa del padrón, que "exige" a las personas inscritas la notificación de su voluntad de permanecer en este listado cada cierto tiempo, ha señalado el consejero.

El informe señala también que algunos inmigrantes han cambiado Madrid capital como lugar de residencia y se han decantado por otros municipios de la región. El descenso de población inmigrante en la capital es de un 1,5%. No obstante, sigue siendo el lugar preferido por los foráneos, de forma que un 49% de ellos (520.760 personas) vive en dicho municipio. El 37,7% residen en localidades de la corona metropolitana y el 13,3% restante prefiere los municipios no metropolitanos. Tras Madrid, la ciudad con mayor número de extranjeros empadronados es Alcalá de Henares (43.811), seguida de Parla (32.624) y de Fuenlabrada (31.625).

Las personas originarias de Rumanía y Ecuador son las más numerosas, con 216.845 y 109.874 respectivamente, mientras que las únicas nacionalidades que han experimentado un crecimiento son la China y Paraguay, según se desprende del informe. Después de Rumanía y Ecuador, que agrupan al 30,7% del total de inmigrantes, las nacionalidades con más presencia en la región son la marroquí (89.857 personas), la colombiana (66.104), la peruana (57.606), la boliviana (46.591), la china (46.626) y la dominicana (34.798). La comunidad rumana es la mayoritaria en las localidades del sureste, mientras que la china lo es en la capital, Colmenar Viejo y Alcobendas; y Marruecos es el país de procedencia de la mayor parte de los extranjeros al oeste de la región.

Según Victoria, que ha restado importancia a la inmigración sumergida, los datos presentados "se acercan bastante a la realidad" dado que estar empadronado es un requisito necesario para la prestación de servicios como la atención sanitaria. Victoria ha valorado el incremento de población de origen chino, ya que son una población "muy activa" que invierte en la región, y ha destacado que el grueso de los extranjeros que residen en la Comunidad está en edad de actividad laboral -una media de 32,1 años-. Al margen de los datos recogidos en este informe, Victoria ha asegurado que en la región existe una "percepción del éxito" de la integración de la población inmigrante, cuya principal herramienta es el empleo, aunque los porcentajes de paro de la población inmigrante son ligeramente superiores a la de los españoles. El consejero ha aprovechado para criticar la política del Gobierno hacia la inmigración, que a su juicio es inestable y llena de "vaivenes". El Ejecutivo socialista ha pasado de la política de "papeles para todos" a las "redadas para todos", ha concluido.