¿Mi taxista me engaña?
"Hay un modo infalible para reconocer a un taxista en cualquier parte: es esa persona que nunca tiene prisa", escribió en una ocasión Umberto Eco. ¿Estáis de acuerdo?
Taxista no viene de taxidermista
Para entrar en materia: el término taxi es universal, aunque sobre su origen hay diferentes opiniones: para unos viene del verbo latino taxare (evaluar, estimar); para otros, del patronímico Von Taxis, familia alemana de origen italiano (Tasso) a la que Carlos V concedió el monopolio de los coches de postas. Los malpensados se empeñan en que taxi viene de taxidermia, por el aroma a manada de búfalos que se respira en algunos vehículos. Pero no es verdad.
La mala fama que arrastran algunos taxistas (en España, cada vez menos, afortunadamente) se veía reflejada en una lista de las 10 peores ciudades para viajar en taxi elaborada en 2008 por Forbes Traveler, con recomendaciones para evitar ser estafado en la tarifa o, peor aún, atracado, secuestrado o asesinado por el conductor. Una lista negra que entonces encabezaba Lagos (Nigeria), seguida por Nápoles, Caracas, Moscú, São Paulo, Ciudad de México, Bagdad, Bangkok, Manila y, en última posición, Nueva York.
Un taxi neoyorquino entre el vapor procedente de las alcantarillas. / Dustin Warrington /StockXchng
Más reciente (agosto de 2011) es la lista de las 10 ciudades con mejor servicio de taxis que realizó el portal Hotels.com a partir de una encuesta entre 4.821 usuarios de 23 países. Londres quedó la primera,con el 28% del total de los votos, seguidapor Nueva York, Hong Kong, Tokio, Singapur, Bangkok, Berlín, Helsinki y Dublín; Madrid ocupa el décimo lugar en la lista con el 4% de los votos. Como podéis ver, Bangkok y Nueva York aparecentanto en el ranking de las mejores como en el de las peores ciudades para viajar en taxi. O las estadísticas mienten, o los cabs y los tuk-tuks se han puesto las pilas.
Taxis en una calle de Manhattan, Nueva York. / Will Phillies / StockXchange
Taxímetros que no corren: vuelan
Priceoftravel le dedicaba en noviembre de 2010 un apartado al scam, los chanchullos de los taxis de aeropuerto --taxímetros trucados que más que correr vuelan, taxis piratas, conductores que te llevan por la scenic route ( el camino más largo), robo de maletas...--, con recetas para salir bien parados de la carrera. La Red social de viajeros Matador también se ocupa del tema en su entrada How not to get ripped by a cabbie (cómo no ser estafado por un taxista). El calculador de tarifas World Taximeter permite hacerse una idea aproximada de lo que costará la carrera, en función de la ruta y la hora.
Cartel promocional de Collateral, de Michael Mann.
La carrera tenía un precio
Pese a su mala fama,los buenos taxistas son mayoría.
Max: "¿Por qué no me matas y consigues otro taxista?". Vincent: "Porque tú eres bueno. Estamos en esto juntos. Destinos entrelazados. Coincidencia cósmica". En Collateral, la película de Michael Mann que cuenta una larga noche de muertes compartidas por un taxista y el elegante asesino a sueldo Vincent (Tom Cruise) en las calles de Los Ángeles, cada parada del taxi cuesta una vida, pero ¿sabes cuánto te costaría una carrera real de taxi en Los Ángeles? ¿Y en México, El Cairo, Bombay, La Habana o San Petersburgo?
Fotograma de la película Noche en la Tierra, de Jim Jarmusch.
En Night-on- Earth (Noche en la Tierra (1991), una de las mejores películas sobre taxis y taxistas (se han rodado más de 400 alrededor de este tema), el cineasta estadounidense Jim Jarmusch viaja por todo el planeta a bordo de cinco taxis que recorren las calles nocturnas de Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki. Algo parecido han hecho en Priceoftravel: elaborar una lista de 100 capitales de todo el planeta con los precios de sus taxis, tomando como referencia un recorrido de tres kilómetros.
Taxi barato, taxi caro
Según esta web (los datos son de noviembre de 2010), la carrera más barata la encontrarás en Delhi (India), con un rango de precios entre 64 céntimos y 1,14 euros, y la más cara, en Zúrich (Suiza), entre 13,12 y 17,49 euros. Barcelona (entre 6,25 y 7 euros) y Madrid (entre 5 y 7 euros) ocupan los puestos 44 y 46, con tarifas muy similares a las que cobran los taxistas de Nueva York, en la posición 47 del ranking: entre 5 y 8,66 euros. Ah, en la Gran Manzana no te olvides de dejar propina (un 15% o un 20%), sobre todo si el taxista si llama Travis, como el desquiciado veterano de Vietnam interpretado por Robert de Niro en Taxi driver (1976), de Martin Scorsese.
En realidad, el propósito de esta entrada era plantearos unas dudas que me consumen: ¿sabéis por qué la mayoría de los taxis de Madrid son Skodas? (los de Barcelona y otras ciudades no los controlo) ¿Por qué en los 60 y los 70 todos los taxis eran Seat 1500? ¿Por qué El Fary, en su época de taxista, conducía un Seat Málaga? ¿Por qué es tan difícila hacer el amor en un Simca 1000?
En realidad, el propósito de esta entrada era plantearos unas dudas que me consumen: ¿sabéis por qué la mayoría de los taxis de Madrid son Skodas? (los de Barcelona y otras ciudades no los controlo) ¿Por qué en los 60 y los 70 todos los taxis eran Seat 1500? ¿Por qué El Fary, en su época de taxista, conducía un Seat Málaga? ¿Por qué es tan difícila hacer el amor en un Simca 1000?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.