Rus insiste en amenazar con represalias a quienes plantean la desaparición de las diputaciones

"Si no quieren estar ahí que se vayan". O que no cobren. El presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, ha insistido hoy en que pretende retirar el sueldo y el personal a los diputados que defiendan la supresión de las corporaciones provinciales. Según Rus, no se trata de una "amenaza", sino de "sentido común". "Cuando alguien llega a un sitio y dice que no vale para nada y cobra 3.000 euros, pues tiene que dejarlos de cobrar", ha defendido.

Rus ha respondido así, en los pasillos de las Cortes Valencianas, a preguntas de los medios después de que ayer la oposición denunciara que el responsable de la Diputación de Valencia les había "amenazado" con eliminar sus retribuciones por apoyar una posible desaparición de las diputaciones provinciales, una idea lanzada por el candidato del PSOE a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y apoyada en Valencia por los socialistas y algún alcalde popular, como el de Paterna, Lorenzo Agustí. "Es una barbaridad que una persona esté en una institución y diga que no cree en ella", según Rus, que opina que "por dignidad y ética" deberían renunciar al sueldo -aunque cobren por las comisiones lo que esté establecido-, así como a asesores, teléfono y coche oficial.

El presidente de la Diputación pretende que la oposición se retracte, pero si tras el 20-N "siguen igual", afirma que les quitará el sueldo. Y aunque no lo ha calculado, Rus cree que la Diputación se ahorraría "un milloncito" de euros que se destinaría a los ayuntamientos.

"Han topado con Alfonso Rus"

El también presidente provincial del PP se ha mostrado convencido de que si su partido no gana las próximas elecciones generales las diputaciones serán "liquidadas" y ha subrayado que él debe defender esta institución, al tiempo que se ha preguntado por qué no se eliminan "el Senado o la FEMP". Cuando al presidente de la Diputación se le ha comparado esta situación con la existencia de sacerdotes que siguen cobrando aunque ya no crean en la Iglesia ha manifestado: "Dicen que con la Iglesia hemos topado, pero aquí han topado con Alfonso Rus".

La oposición no ha tardado en reaccionar a las declaraciones de Rus, al que han acusado de no creer en la democracia y de exhibir "actitudes caciquiles". La diputada socialista en las Cortes Carmen Martínez ha resaltado que Rus muestra "su peor cara", y ha instado al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a desautorizarle. De lo contrario dará una muestra "de cómo actúa el PP: de una forma caciquil, sectaria y antidemocrática". Martínez ha asegurado que no va a "consentir" que se cuestione el trabajo de la oposición con la "amenaza" de privar a esos grupos "de los mínimos instrumentos para que puedan ejercer su labor" de fiscalización de la actividad de la Diputación "con todas las garantías".

Martínez ha instado a Rus a que "atempere los ánimos, porque la oposición no se va a sentir amordazada por sus bravuconadas", y ha asegurado que el PSPV "no se tiene que retractar de nada", mientras que hay actividades de la Diputación "prescindibles".

El portavoz de Compromís, Enric Morera, ha considerado que Rus "se ha extralimitado", pues en democracia "se puede opinar" y él "no es quién" para marcar lo que debe decir la oposición, por lo que no van a "tolerar amenazas de nadie".

Por su parte, el portavoz adjunto de Esquerra Unida Ignacio Blanco ha manifestado que las de Rus son "las amenazas propias de quien actúa como un cacique, que cree que puede disponer del presupuesto público, que la institución es él mismo, y negarle los derechos a la oposición", lo cual es "intolerable" y denunciarán cualquier "represalia".