La nueva dirección de ERC apuesta por Alfred Bosch para desbancar a Ridao

El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso desde 2008, Joan Ridao, tendrá que trabajar duro para mantener el escaño tras las elecciones del 20-N. Y no solo por las malas perspectivas que las encuestas vaticinan a su partido, sino porque la nueva dirección de ERC está intentando por todas las vías dejarle fuera de la carrera electoral.

El último movimiento lo hizo ayer el que a partir de septiembre será presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien anunció que su candidato a encabezar la lista para las generales no es Ridao, sino el independiente Alfred Bosch, que tiene en su haber la organización de la consulta independentista celebrada en 2010 en Barcelona.

Junqueras considera que Ridao entronca excesivamente con la dirección de Esquerra Republicana que en 2003 optó por la alianza de la izquierda catalana y no por el frente nacionalista para gobernar la Generalitat. Y ahora quiere una cara en el Congreso que represente el independentismo puro y duro. Para el futuro presidente republicano, Bosch representa para el partido "la apertura, la centralidad y la renovación".

Junqueras ya decide en ERC pese a que no será proclamado presidente hasta septiembre, cuando abandone el cargo Joan Puigcercós, víctima del estrepitoso fracaso electoral del partido en los pasados comicios autonómicos y municipales.

La intención de Junqueras es que Ridao sea apeado no solo del primer puesto de la lista al Congreso, sino también de la secretaría general del partido. Le sustituirá en este puesto Marta Rovira, con escasa experiencia política fuera de la sala de máquinas del partido. Como compensación a Ridao, la futura dirección le ha ofrecido ser número dos de la lista por Barcelona.

Ridao ha rechazado estos planes y mantiene viva su candidatura a repetir como cabeza de cartel. Esto forzará la celebración de elecciones primarias en ERC en septiembre, algo que permitirá ver si Junqueras, afiliado recientemente al partido, controla realmente a las bases. En su ayuda tendrá a Joan Puigcercós, que está pilotando desde la sombra su propia sucesión al frente de ERC.

Bosch, nacido en Barcelona en 1961, es profesor de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y la de Chicago, además de ensayista, novelista y especialista en África, ha colaborado con diversos medios de comunicación y ha recibido los premios Sant Jordi, Ramon Llull y Prudenci Bertrana, entre otros.

Aun a riesgo de perder algunos electores del ala izquierda, la elección de Bosch como candidato oficialista tuvo ayer un primer efecto positivo para Esquerra. Dos de sus recientes escisiones, Solidaritat Catalana per la Independència, y Reagrupament, el partido del exconsejero Joan Carretero, aseguraron querer colaborar con ERC si Bosch acaba siendo candidato a las generales. Ni Solidaritat ni Reagrupament tenían esperanzas de poder concurrir con éxito a las elecciones generales. El primero porque vio partir a su principal referente, Joan Laporta, meses después de las elecciones autonómicas y el segundo porque saldó con un sonoro fracaso su participación en estos comicios y está muy debilitado a nivel interno. Ahora ven la oportunidad de acudir conjuntamente con ERC a las generales. El diputado de Solidaritat Alfons López Tena aseguró querer colaborar con los republicanos para formar "un Bildu a la catalana".