Los dos concejales díscolos del PSM de Villanueva se defienden
El portavoz insiste en que hoy comienza a tramitarse la expulsión de estos ediles
Los dos concejales socialistas de Villanueva del Pardillo que la semana pasada se ausentaron de un pleno para favorecerse en una subida de sueldo propuesta por el PP, Verónica García y Enrique Sánchez Rubio, considerados díscolos por el portavoz del partido en ese pueblo, han roto hoy su silencio para defenderse. Ambos consideran que ha sido Eduardo Fernández el que ha quebrado la disciplina de partido al no acatar lo que habían aprobado los cinco concejales días antes, esto es la subida de sueldo.
"Días antes del pleno votamos los cinco ediles y ganamos 3 a 2 la votación los que apoyamos que merecemos un mayor sueldo para poder dedicarnos íntegramente a trabajar para el pueblo. Habíamos acordado eso y así se lo comunicamos al PP", explica Sánchez Rubio por teléfono. Al día siguiente Izquierda Unida hace pública una carta abierta en la que rechaza esta subida en la nómina, de un 30% para la oposición y una rebaja de un 14% en el salario del alcalde, una rebaja menor que en propuestas anteriores. Al final el equipo de Gobierno se ha rebajado un 9%. Al leer esto Fernández, según el relato de su compañero de partido, cambia de opinión y retira su apoyo, dejándoles a los otros tres como los responsables del aumento del salario, una medida mal vista en época de crisis.
El Pp, en el Gobierno, no tiene mayoría absoluta y necesitaba algún apoyo para sacar esta iniciativa adelante. Como se había roto el consenso en el partido socialista, los concejales no se presentaron en el pleno y favorecieron que saliese adelante la votación con este gesto. Enrique Sánchez Rubio, de todos modos, justifica su ausencia por un problema familiar.
"Esa versión es falsa y pido a esos concejales que enseñen actas de esa reunión de la que hablan", contesta Eduardo Fernández. Su versión de los hechos era la única que se conocía hasta ahora. El alcalde del PP, Juan González Miramón, en el cargo desde 1991, había intentado sacar adelante el aumento de los sueldos pero chocó con la oposición.
Esta última vez, sin embargo, el concejal popular David Amarilla amarró la votación al acordar con la socialista Verónica García su apoyo, o por lo menos su abstención, siempre según la versión de Fernández. El PP pensaba, o le interesaba pensar, que García hablaba en nombre de su partido, cuando la realidad es que a este le habían prohibido negociar. El caso es que, llegado el día de la votación, los dos ediles no se presentaron en su lugar de trabajo con excusas muy vagas.
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