Acampados en el hospital
Trabajadores del centro sanitario Vall d'Hebron en Barcelona inicia una acampada en el vestíbulo en protesta contra los recortes
"Se vende". Una gran pancarta cuelga de la entrada del Hospital Vall d'Hebron. Bajo ella otra reza: "Próxima apertura: El Corte Inglés". Alguien le ha añadido una sílaba a corte y se lee: recorte. El malestar de los trabajadores del centro sanitario es bien visible con consignas que se leen por todas partes. Muchas pancartas apelan directamente al usuario, otras critican la gestión del presidente de la Generalitat, Artur Mas, i su consejero de Salut, Boi Ruiz. En el vestíbulo, el ir y venir de pacientes y batas blancas se ve alterado por la presencia de una mesa donde recogen firmas contra los recortes en la sanidad que está llevando a cabo el Gobierno catalán.
Una tienda de campaña recuerda simbólicamente que ésta noche varias decenas de trabajadores, entre médicos, enfermeros y administrativos, se ha quedado a dormir en recepción. Aunque hace una semana ya pasaron la noche allí mismo, en lo que llamaron una "asamblea permanente" que duró 36 horas, esta es la primera experiencia de acampada planteada como tal. Esta mañana ha acordado su continuidad en una asamblea en la que han participado unas 200 personas.
La acción recuerda el movimiento de indignados que ocupan, entre otros espacios de España, la Puerta del Sol de Madrid y la plaza de Catalunya en Barcelona, pero de hecho es un escalón más en el pulso que mantienen los trabajadores de la sanidad pública con el Gobierno catalán desde el anuncio de los recortes.
Las asambleas, donde se informa y se toman decisiones, empezaron ya a finales del pasado mes de marzo. Al principio eran diarias y actualmente se celebran dos días por semana, martes y miércoles, para cubrir los dos turnos laborales del hospital. Además, desde abril, cada miércoles a las 13.00 horas los trabajadores de Vall d'Hebron junto con los del Clínic, Bellvitge y el Hospital del Mar cortan las Rondas que circundan Barcelona y la C-31 durante unos minutos. Para hoy, el programa incluye una conferencia del economista Arcadi Oliveres, muy activo en las protestas de la plaza de Catalunya.
"Están llevando a cabo un cambio de ciclo, caminando hacia la privatización y todos tenemos que impedirlo", dice Alfons Arellanos, miembro de la junta de personal. Para él, la acampada es una manera de hacer visible el problema e involucrar a personas ajenas al hospital: "Por aquí pasa mucha gente, familiares de pacientes a los que informamos de lo que están haciendo. Las asambleas son abiertas. Han venido algunos de los indignados y los vecinos se empiezan a mover". El documento que ofrecer para firmar ha sido redactado por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona.
Los trabajadores del Hospital Vall d'Hebron denuncian el cierre de dos plantas del centro sanitario y aseguran que la Generalitat prevé cerrar más de 300 camas en verano, además quirófanos por las tardes a la espera de ser alquilados a mutuas privadas. Temen que el hospital se convierta en "Vall d'Hebron S.A.", como reza la pancarta negra con letras amarillas que recibe a la visitas en el vestíbulo del hospital.
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