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El gran cambio

Por los —muchos— individuos que se le acercan por la calle, Trias tiene el voto asegurado entre el target de pensionistas con el plan de pensiones de Gadafi, los pensionistas a los que ya se les acabó la ropa chachi, la gente joven vestida de votante del PSC, los jóvenes que en Madrid se llamarían Borja y los empresarios de hostelería con novia, glups, copa C. Un electorado muy horizontal. Propio de un candidato que tiene mucho yin y mucho yang, cuyo primer contacto con lo público fue en una lista de CC OO, y que es uno de los papás de lo que era uno de los mejores sistemas sanitarios europeos.

Sorprende en ese sentido —y satisface a otra gran región de su electorado— que no se rebote con lo que le están haciendo a su hijo, en lo que es una forma de manifestar pocas diferencias con CiU 2.0, un partido cuya joven militancia ya no te da la vara con Vicens Vives, sino con Arthur C. Brooks.

Para mayor plurisignificancia personal, mientras en el cinturón se asiste a una campaña crispada, en la que CiU reivindica otro significante, en Barcelona Trias protagoniza una campaña dulce y socialdemócrata. De hecho, puede hacerlo tranquilamente. Este mes se cumplen 30 años de la victoria arrolladora del Partido Socialista en Francia, última vez que un gran partido socialdemócrata se presentó a unas elecciones con la nacionalización de la banca en el programa. Y nada.

Un año después, otro gran PS ganaba por KO en España. Sin la cosa de la banca en el programa, aunque en un exceso de celo se privatizó la banca pública. Hace meses, otro Gobierno socialdemócrata le dio a la banca catalana una cantidad parecida a la que adeuda a la Gene.

La izquierda es hoy, en fin, un espacio tan vacío que lo puede ocupar cualquiera para hacer políticas parecidas. Barcelona, una de las ciudades en el mundo que más han contribuido históricamente a la democracia económica, puede sufrir un cambio estético el domingo. La gran sorpresa, el gran cambio, visto lo visto, tiene ya poco que ver con las elecciones y mucho con lo que está pasando en la plaza de Cataluña.

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