Lissavetzky: "Para Gallardón la inmigración no ha sido una prioridad"

En la capital viven más de medio millón de extranjeros, y muchos de ellos votan en las elecciones municipales. Jaime Lissavetzky, candidato socialista a la alcaldía de Madrid, ha aprovechado esta mañana la presentación del informe La contribución de la inmigración en España, de la Fundación Ideas, para presentar sus propuestas en materia de inmigración y de integración.

Durante el acto, en el que participaron también Elena Valenciano y Jesús Caldera, Lissavetzky ha criticado las políticas de inmigración de Alberto Ruiz-Gallardón. "Para su gobierno, no ha sido una prioridad", ha asegurado. Y ha echado mano de las cifras para sustentar la afirmación. El refuerzo de los servicios sociales y los servicios específicos para favorecer la integración "han disminuido de 2008 a 2011 en un 22,7%". También en cooperación al desarrollo han descendido los recursos, según el candidato socialista, que ha afirmado que actualmente suponen solo el 0,02% (en 2008 eran el 0,33%).

Favorecer el acceso a los recursos de todos

Lissavetzky ha asegurado que la inmigración en Madrid ha tenido un crecimiento espectacular en los últimos 25 años. El 16,9% de los residentes son inmigrantes. "Esto plantea retos", ha asegurado el candidato socialista. "Hay que favorecer el acceso a los recursos de todos, los antiguos vecinos de Madrid y los nuevos habitantes de la ciudad", ha añadido.

Las propuestas del candidato socialista pasan por fomentar y ampliar el Foro de Madrid del diálogo y la convivencia, reforzar las acciones de acogida y de acompañamiento a las personas recién llegadas, ampliar la red de servicios sociales, apoyar los procesos de inserción y autoempleo... Lissavetzky ha propuesto también dar formación a los funcionarios municipales en temas ligados a la multiculturalidad y fortalecer las relaciones con las embajadas.

"Nosotros contamos con todos ustedes", ha dicho el candidato a los representantes de diferentes colectivos de inmigrantes que estaban en la sala. "Y esto no es una frase electoral, es una obligación de un socialista", se ha despedido. Antes, para insistir en su compromiso con los inmigrantes que viven en Madrid, ha apelado a su origen (es de padre ucraniano): "Yo les recuerdo que me llamo Lissavetzky. Estoy muy orgulloso de ser de Madrid, pero me llamo así y sé de lo que hablo".