Mas culpa a Zapatero de que la Generalitat aún no tenga presupuesto

Una vez aplazado el grueso de los recortes sociales hasta después de las elecciones del 22 de mayo, el Gobierno catalán confía en que los comicios municipales servirán también para desatascar el otro gran frente que mantiene abierto: el cobro de los 1.400 millones de euros del fondo de competitividad que el Gobierno se resiste a satisfacer por ahora. Y no es solo una intuición. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, reveló ayer en el Parlament que el propio José Luis Rodríguez Zapatero le ha asegurado que la actual negativa a pagar este fondo hasta 2013 se revisará pasados los comicios. Basándose en esto, Mas culpó al Gobierno central de que la Generalitat no pueda, por ahora, presentar sus presupuestos, ya que no sabe si podrá contar o no con los 1.400 millones.

El Gobierno de CiU está intentando por todos los medios evitar que el PSC le cuelgue el sambenito de ser el destructor del Estado de bienestar. Y por eso Mas utilizó el último pleno del Parlament antes de las municipales para extender hacia las filas socialistas la responsabilidad de todos los recortes que va a emprender su Gobierno. "El Gobierno español nos ha dicho que es mejor esperar a después del 22-M para tener concreción" de si se dotará o no el fondo. "Como lo ha dicho un Gobierno de su mismo color, supongo que harán cierto caso", dijo Mas a los socialistas, antes de reclamarles que dejen de criticar constantemente a la Generalitat y se corresponsabilicen de la situación y voten en el Congreso a favor de pagar ahora el fondo de competitividad aunque ello implique un choque contra el PSOE. "Al menos por una vez, voten a favor de Cataluña y no al lado del PSOE".

El tono de las críticas de CiU al PSC hace cada vez más difícil un eventual apoyo de los socialistas a las cuentas que está elaborando con gran secreto el Ejecutivo nacionalista. Sin embargo, algunos dirigentes de CiU siguen pensando que será más fácil obtener el apoyo de los socialistas si antes les han humillado en la plaza pública culpándoles no solo de la situación económica, sino también de ser incapaces de influir en el trato que el Gobierno central dispensa a Cataluña.

Por esta razón, Joaquim Nadal, jefe de filas del PSC en el Parlament, no dudó en responder al presidente de la Generalitat en su tono más agrio. Los socialistas consideran roto el acuerdo que permitió la investidura del presidente de la Generalitat porque este ha incumplido el compromiso de mantener intactas las plantillas de los servicios públicos básicos. Además, Nadal entiende que el Gobierno de CiU está paralizado y lo único que hace es pensar en recortes. "No se puede gobernar el país desde la pasividad, la inoperancia y el tacticismo", le espetó.

De hecho, a medida que pasan las semanas crece entre los grupos de la oposición la sensación de que el Gobierno de CiU está encallado en la toma de decisiones, sobre todo en lo referente a medidas que fomenten el crecimiento económico y el empleo. Ayer toda la izquierda, y también el PP, reprochó al presidente de la Generalitat que todavía no haya presentado el plan de empleo que prometió al comienzo de la legislatura. El líder de Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, ha recordado a Mas que en su programa electoral figuraba el compromiso de reducir el paro a la mitad en esta legislatura, algo que ya no consta en el programa de gobierno presentado ayer. "Para reducir el paro a la mitad hace falta concreción, que presente ya el plan que prometió".

Hasta el Partido Popular abandonó su habitual tono condescendiente con el Gobierno de CiU y pasó al ataque. Aunque no lo hizo la líder regional del partido, Alicia Sánchez-Camacho, sino el portavoz parlamentario, Enric Millo. Todo acorde con el momento de campaña electoral que ayer se vivía ya en el Parlament.