La renuncia al escaño de los tres imputados impide el cierre del caso antes del 22-M
López Viejo, Bosch Tejedor y Martín Vasco dicen que dejan la Asamblea de Madrid por "responsabilidad" y "como un último gesto" al PP.- Al no ser aforados, Pedreira pierde la causa cuando estaba a punto de terminar la instrucción
Los diputados de la Asamblea de Madrid Alberto López Viejo, Alfonso Bosch Tejedor y Benjamín Martín Vasco han presentado esta mañana en el registro del Parlamento regional su renuncia al acta de diputado por "responsabilidad" y "como un último gesto" a su antiguo partido, el PP, según fuentes de su entorno. Los tres figuraban como diputados no adscritos desde que fueron expulsados del grupo popular por Esperanza Aguirre en octubre de 2009 tras ser imputados en el caso Gürtel. La jugada, que apenas tiene consecuencias políticas al no concurrir ninguno de los tres a las próximas elecciones, sí que tendrá efectos importantes en el terreno judicial. Al dejar de ser aforados, el juez que instruía la causa en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), Antonio Pedreira, la perderá sin que esté claro quién la recibirá. Además de dilatar el caso, impiden que Pedreira cierre la instrucción antes del 22 de mayo y, por tanto, el escándalo pueda perjudicar al PP durante la campaña electoral.
Lo que es seguro es que Pedreira dejará el caso en un plazo máximo de 10 días pero puede ser que regrese a la Audiencia Nacional, donde lo asumiría el sustituto de Garzón, Pablo Ruz, o bien que se hagan cargo de él los juzgados ordinarios de Plaza Castilla. En todo caso, el proceso se alargará una vez más y, lo más relevante, Pedreira no podrá cerrar su instrucción, que estaba ya casi apunto y que él había anunciado para antes de las elecciones.
Las razones de los diputados
En el escrito, registrado a las 9.25, los tres ya ex parlamentarios explican que no quieren que se utilice su "presencia en la Asamblea como un argumento electoral" ante el arranque de la campaña electoral la próxima semana. La presidenta madrileña les había conminado en varias ocasiones y en público a dejar su escaño por "responsabilidad política" tras conocerse su presunta implicación en la trama que dirigía Francisco Correa. Sin embargo, el acta de diputado es personal, no pertenece al partido y hasta ahora se habían negado porque al hacerlo pierden su condición de aforados y, en lugar de juzgarles el TSJM, lo hubiera hecho el juez Baltasar Garzón, ahora suspendido. Según sus allegados, temían más a Garzón que al TSJM. El juez ha sido apartado de la Audiencia precisamente por las escuchas supuestamente ilegales a los abogados de los imputados en el caso Gürtel.
Además de dejar el grupo poluar, Mariano Rajoy los suspendió de militancia después, en mayo de ese mismo año junto a otros implicados en Gürtel menos a Francisco Camps y Luis Bárcenas. Como no se les podía expulsar del Parlamento, el grupo popular forzó un cambio en el reglamento de la Asamblea para crear la figura del no adscrito porque, de haber pasado a integrar el grupo mixto, habrían pasado a embolsarse un sueldo superior al que cobraban como diputados del PP. Para evitar que accedieran a los beneficios y completos del grupo mixto, se les consideró diputados no adscritos.
Los diputados han explicado esta mañana que, si no han renunciado antes, ha sido por un asunto "estrictamente procesal" puesto que querían esperar a la resolución del TSJM a una serie de recursos que habían presentado los tres diputados imputados en el proceso. También justifican su renuncia por un "principio de justicia y de responsabilidad". Los tres exdiputados no querían "sostener la instrucción" en un tribunal que, en su opinión, en una campaña electoral puede consentir filtraciones a los medios de comunicación.
Los efectos políticos de su medida son casi nulos a 20 días de las elecciones. La Asamblea no tiene ya sesiones ordinarias por estar en precampaña y, tras los comicios, hubieran perdido de todos modos el escaño porque no se presentan a la reelección. La presidenta del PP de Madrid alardeó el lunes de no llevar a ninguno de los tres en la lista que presentó. Subrayó que respetaba toda la presunción de inocencia, pero consideró que cuando un juez "tiene sospechas" de que un político ha utilizado su cargo para "enriquecerse", tiene ciertas responsabilidades "que sustanciar". Estas palabras levantaron una enorme polvareda porque se interpretaron como un toque de atención a Rajoy, que ha permitido que otros dirigentes salpicados por la trama sí se presenten, entre ellos Camps.
Gobierno regional: "Bienvenido sea"
El vicepresidente madrileño, Ignacio González, número dos de Aguirre, ha mostrado su sorpresa por la decisión de sus antiguos compañeros de filas. "Bienvenido sea", ha subrayado. Pero González no ha querido explicar si existía una orden de la dirección de su partido a los diputados imputados para que abandonaran el escaño o si estos han actuado por propio interés procesal. "Le responderé brevemente", ha contestado a la pregunta. "Yo me he enterado de esta renuncia por los teletipos de esta mañana", ha sido su única respuesta.
"Indignación" en el PSM
La dirigente del PSM y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, califica en un comunicado de "indignante" que no hayan renunciado a sus escaños hasta el final de la legislatura. "Es una tomadura de pelo y una falta de respeto institucional que el PP haya mantenido a estos tres diputados imputados hasta el final de la legislatura, después de que hayamos estado exigiendo la renuncia al escaño por dignidad de la propia Asamblea", ha aseverado la portavoz socialista. A su juicio, estas "tres personas de las listas de Esperanza Aguirre imputadas por delitos gravísimos en la corrupción pretenden insultar a la inteligencia de la ciudadanía madrileña". "Tenemos un sentimiento de absoluta indignación, porque tendrían que haber renunciado efectivamente a sus escaños en el momento en que tuvieron la imputación. Realmente las maniobras del PP ponen de manifiesto lo que siempre mantuvimos, que han sido diputados del PP hasta el último día", agrega.
Quién es quién
Con poco más de 40 años cada uno, los tres están imputados en el Gürtel por haber recibido presuntamente cientos de miles de euros en dinero negro de las empresas de Correa:
- López Viejo, a quien el juez impuso una fianza de 955.000 euros, entró como diputado en la Asamblea en junio de 2003 y 11 meses después se incorporó al Gobierno, primero como viceconsejero de Presidencia y luego como consejero de Deportes. Presuntamente habría recibido de la trama Gürtel 433.166 euros.
- Martín Vasco, que llevaba cinco legislaturas como diputado y fue concejal de Arganda durante dos (1995-2003), está acusado por la Fiscalía de recibir 433.166 euros en sobornos, y el juez instructor del TSJM le impuso una fianza de 955.000 euros.
- Bosch, diputado autonómico desde 2003, fue director gerente de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda de Boadilla del Monte y habría recibido pagos del grupo de Correa por su intermediación en la adjudicación de obras locales.
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