La defensa del hombre que asfixió a su bebé admite imprudencia, pero no asesinato

La defensa del hombre acusado de matar a su hija de 28 días, que murió asfixiada por una bola de papel higiénico, ha dicho hoy que su cliente debe ser sancionado "por su torpeza e imprudencia, pero nunca como un asesino".

En sus informes finales ante el jurado popular que ha enjuiciado el caso, el fiscal ha mantenido su petición de 20 años de cárcel por asesinato con alevosía para el acusado Rubén C.O. y de cuatro años para su compañera Esther S.D., de la que ha dicho que tanto su intento de reanimar a la pequeña como su comportamiento posterior pretendían encubrir los hechos cometidos por su pareja.

El magistrado presidente del jurado ha presentado al jurado un objeto del veredicto consistente en doce preguntas sobre la participación de cada imputado en los hechos ocurridos en la madrugada del 31 de agosto de 2009 en su vivienda de Sevilla.

El defensor ha pedido la absolución de la madre y ha admitido una posible condena de dos años de cárcel para Rubén por un delito de homicidio por imprudencia, pues según su relato empujó el papel higiénico hacia el interior de la tráquea de la pequeña "por torpeza e imprudencia, cuando en realidad intentaba sacarlo".

Ha defendido como cierta la versión del acusado de que colocó un trozo de papel higiénico en el labio del bebé para taponar una herida, después de intentarlo, sin éxito, con una toallita húmeda que la Policía encontró en el domicilio.

El abogado José Estanislao López Gutiérrez ha hecho también una defensa de su cliente en el sentido de que era un exdrogadicto rehabilitado que había formado una familia y había aprovechado una oportunidad de trabajo que iba a reanudar, tras la baja de paternidad, el mismo día que ocurrieron los hechos.

Ha explicado que, cuando la pareja se dio cuenta de que la niña se había tragado el papel, intentaron sacarlo con sus dedos, luego con unas pinzas y cuando notaron que se estaba poniendo morada llamaron al servicio de emergencias del 061 e hicieron todas las maniobras que les indicaron por teléfono.

Rubén "pudo ser torpe e imprudente, pero no es un asesino", ha afirmado el letrado.

En su declaración ante el jurado, el padre explicó que tomó "cuatro trozos de papel higiénico", los enrolló, lo empapó de alcohol y se lo colocó al bebé entre la comisura y la encía.

Todo ocurrió "en milésimas de segundo", dijo, ya que cuando regresó de vestirse comprobó que el papel, que medía 4,5 por dos centímetros, no estaba en el labio de la pequeña.

Fuentes del caso han informado a Efe de que esperan que el veredicto de las cinco mujeres y cuatro hombres del jurado se produzca mañana.