El presidente de la Generalitat advierte en Madrid que CiU pedirá el concierto económico para pactar en 2012

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha desmarcado hoy de las demandas de los grandes empresarios y ha pedido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que aclare cuanto antes si repetirá o no como candidato del PSOE en las próximas elecciones generales, previstas para 2012. En un coloquio en Madrid, el presidente de la Generalitat ha asegurado que "sería bueno que el señor Zapatero aclarase su futuro porque no es bueno vivir en la incertidumbre". Además ha insinuado que puede perjudicar a la economía si no lo hace. "Lo que hace daño es este proceso [de debate] tan largo más que la decisión final que tome Zapatero".

La opinión de Mas contrasta con la del presidente del Santander, Emilio Botín, quien secundado por otros grandes empresarios, entre ellos, Borja Prado (Endesa), Rafael del Pino (Ferrovial) y Juan Miguel Villar Mir (OHL), pidió el sábado a Zapatero que agote la legislatura y aparque el debate sucesorio hasta 2012, en nombre de la estabilidad económica.

El presidente catalán, que ha participado en el foro Nueva Economía tres meses después de tomar posesión como presidente de la Generalitat, ha centrado su intervención en explicar los esfuerzos y recortes de su Gobierno para reducir déficit y en reclamar que la Generalitat tenga en el futuro un trato fiscal como el del País Vasco y Navarra.

En este sentido, Artur Mas ha avisado de que el partido que quiera el apoyo de CiU en Madrid tras las elecciones de 2012 deberá negociar el concierto económico catalán, una de las reivindicaciones centrales del presidente de la Generalitar durante la campaña. Aunque Mas, al igual que ha hecho desde que ganó las elecciones, ha aparcado el discurso soberanista que le llevó hasta la Presidencia sí se ha referido a su voluntad de lograr para Cataluña un trato fiscal como el País Vasco o Navarra.

Así, el líder de CiU ha dejado claro que esta demanda estará encima de la mesa de cualquier partido, PSOE o PP, que requiera de los votos de la coalición para gobernar a partir de 2012. Mas ha insistido que Cataluña tiene un "déficit fiscal" de 15.000 millones que no puede soportar a largo plazo y ha pedido un sistema por el que la Generalitat y el Gobierno central pacten el nivel de aportación de los catalanes a las arcas del Estado.

Mas ha hecho un diagnóstico nada halagüeño de las finanzas regionales en el corto plazo y ha concluido que Cataluña tiene "un tumor pero lo vamos a controlar". "Vamos a evitar cualquier tipo de metástasis. Lo vamos a tratar y vamos a quedar limpios", ha dicho. Mas ha intentado hacer calar el mensaje de que su Gobierno, que todavía no ha cumplido los 100 días, está haciendo los deberes y suelta lastre para evitar generar más déficit.

El presidente de la Generalitat ha recordado que está trabajando en un proyecto de presupuestos que recortará el gasto en unos 2.500 o 3.000 millones, algo que ha dicho es "un ajuste duro y sin precedentes", ya que significará una reducción del 10% del presupuesto operativo de la Generalitat.

Con todo, Mas ha dicho que su Ejecutivo no podrá cumplir el objetivo de déficit para este año (1,3% del PIB) si el Gobierno central no colabora ayudando a la Generalitat. Sobre la mesa están medidas como el traspaso a la administración catalana de una decena de edificios de la Seguridad Social en Cataluña además del pago del fondo de competitividad autonómica, unos 1.400 millones.

Sucesión

Sobre Zapatero ha hablado también el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, quien ha adelantado que, en caso de que el presidente cediera la jefatura del Gobierno a lo largo de la legislatura, su grupo no votaría al sucesor porque no votó a favor de la investidura del propio Zapatero.

Además, Duran considera que las palabras del sábado de Botín no es tanto un "decantamiento" a favor de Zapatero, sino como una crítica a la actitud del Partido Popular, que se ha desmarcado de buena parte de las reformas económicas puestas en marcha por el Gobierno español. Así, Duran Lleida ha afirmado hoy que es "bastante normal" que la "derecha económica" se muestre "perpleja" con el PP por su actitud ante las reformas económicas.

Mientras, el debate sucesorio sigue dando que hablar en las filas socialistas. La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha defendido en una entrevista en TVE que el presidente "no ha alentado en ningún momento" dicho debate y ha reconocido queespeculación permanente "no es buena". La ministra ha recordado que ha sido el propio Zapatero el que ha dicho "que él lo único que quiere es estar centrado en los asuntos que preocupan a los españoles y en las responsabilidades que tiene el Gobierno", informa Servimedia.

Jiménez se ha negado a posicionarse sobre si el presidente debería anunciar su decisión antes o después de las elecciones municipales y autonómicas del próximo 22 de mayo. La titular de Exteriores ha recordado que "jamás" se ha pronunciado sobre esta cuestión y que no lo hará "por respeto" al presidente y "por no contribuir al debate".

Por otro lado, el presidente de Baleares y cabeza de cartel del PSOE en mayo, Francesc Antich, ha pedido en RNE respeto para Zapatero por el "gran trabajo" que ha realizado en España y ha recordado que en el caso en el que decida no presentarse como cabeza de lista del PSOE, en las próximas elecciones generales de 2012, el sucesor lo elegirá el partido, informa Europa Press.

Antich ha apostado por apartar en estos momentos el debate sucesorio porque, a su entender, donde hay que "poner las energías y la cabeza" es en la lucha para superar la crisis económica y, por tanto, para conseguir "sumar economía" y "restar paro".

También desde la corriente interna Izquierda Socialista se pide al partido que deje de lado el debate sucesorio. El diputado José Antonio Pérez Tapias, portavoz de la corriente, asegura en un artículo que publica la revista El Siglo que el PSOE se "ha tragado el anzuelo" al dedicar tanto tiempo al asunto, algo que, a su juicio, ha regalado "muchos puntos al PP".

Pérez Tapias, pese a que "la imagen del presidente está muy erosionada" y pasará "parcialmente factura" en las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo, recela de la utilidad de un eventual anuncio de su retirada como el que se especula que podría hacer en el Comité Federal del próximo 2 de abril.