Llamazares: "Señor presidente: ¿Quién le ha visto y quién le ve?"
El portavoz de IU en el Congreso ve "intereses económicos" en la presencia militar de España en Libia
¿Quién le ha visto y quien le ve?, le ha recordado este martes con una chapa de "No a la guerra" en la solapa el portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso, Gaspar Llamazares, al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que hizo de su oposición a la Guerra de Irak de 2003 una bandera política. Llamazares se ha mostrado, de este modo, contundente en su rechazo a la intervención militar de España en Libia, cuya autorización ha solicitado este martes el jefe del Ejecutivo al Congreso y ha sido respaldada por todos los grupos (PSOE, PP, CiU, PNV, CC, ERC, UPyD, UPN e ICV), menos dos: BNG (dos diputados) e IU (uno, Llamazares).
Llamazares recordó que en el mundo existen 32 conflictos similares al de Libia, donde un gobierno despótico emplea la violencia contra su propia población, e interpretó que si la comunidad internacional interviene militarmente en dicho país, en lugar de presionar con medios civiles al coronel Gadafi, es por "intereses geoestratégicos y económicos". El diputado de IU expuso así el voto en contra de su formación a la solicitud del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a que los grupos parlamentarios autoricen la participación de España en la campaña liderada por varios países de la OTAN. Una posición que no compartió a continuación su socio ERC, cuyo portavoz, Joan Ridao, anunció su apoyo a la intervención.
El portavoz de IU comenzó espetando a Zapatero: "¿Quién le ha visto y quién le ve?", y le recriminó su evolución del "no a la guerra de Iraq" al "sí, pero" a la de Afganistán a la actual participación en una coalición que comparó a "la de las Azores" que suscribieron los gobiernos de George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar.
En opinión de Llamazares, la iniciativa no tiene por objeto la democracia y los derechos humanos que esgrime la OTAN, porque éstos "no se exportan ni se imponen mediante guerras", sino que se fundamenta en los "intereses estratégicos y económicos". Además, lamentó que la intervención en Libia "abre una nueva etapa" en las relaciones internacionales, donde "cada uno establece su patio trasero" donde se arroga el "derecho a controlar": si América Latina es tradicionalmente el de Estados Unidos, el Mediterráneo sería ahora el de la UE.
Para el portavoz de IU, "sería una locura" utilizar la guerra para solucionar los 32 conflictos similares al de Libia que se dan en el mundo, como los del Sahara y Palestina, y por eso se presiona con medidas civiles como bloquear a esos estados o las cuentas corrientes de los tiranos; son medios, insistió, que tuvieron éxito en Sudáfrica o Birmania. Por el contrario, ha sostenido que la guerra sólo provoca más sufrimiento y desplazados, encona la situación y dificulta la solución de los conflictos. Así, criticó que la Resolución 1973 de Naciones Unidas que autorizó la intervención se aprobó "precipitadamente" y optó por una solución distinta a la del resto de conflictos porque Libia es un país muy importante en nuestro entorno y Occidente pretende "encauzar" a su modo los movimientos en Oriente Medio y garantizarse la energía.
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