Rajoy dice que no le "altera" que Zapatero no se presente
Limita su entusiasmo nuclear y dice que estará "a lo que digan los técnicos".- Apoyará la operación en Libia y las medidas económicas que se aprueben en Bruselas
Mariano Rajoy no está nada preocupado por la posibilidad de que el PSOE cambie a su candidato, lo que supondría un nuevo escenario que el PP hasta hace poco no contemplaba. Rajoy se ha presentado ya dos veces contra José Luis Rodríguez Zapatero y los populares están convencidos de que el deterioro de la imagen del presidente del Gobierno ya es irreversible, por lo que si él se presenta, dan por hecha una victoria abrumadora.
Y si no lo hace, ¿cambiará en algo la estrategia?, se le ha preguntado a Rajoy en Pamplona, en una de las escasísimas ruedas de prensa que ofrece, esta vez para apoyar a su candidato aquí, Santiago Cervera (el PP rompió con UPN y se presenta con su marca por primera vez desde 1991).
"[El hecho de que cambie el candidato del PSOE] No altera para nada lo que yo vaya a hacer o lo que el PP vaya a hacer", ha concluido Rajoy. "Sí quiero decir que es profundamente injusto lo que está pasando. Cuando en España hay 4,5 millones trabajadores que quieren trabajar y no pueden, la gente pierde poder adquisitivo, a los funcionarios se les baja el sueldo, es injusto que el Gobierno de España y el partido que le apoya estén enredados en lo que están enredados", ha sentenciado en referencia al debate sobre la sucesión de Zapatero. "Estamos en una fase de la legislatura que no va a ser útil para crear empleo y dar certidumbre. Es injusto lo que se está haciendo con los españoles", ha rematado.
Rajoy se ha mostrado muy conciliador y ha evitado la polémica con el Gobierno en otros asuntos, como la intervención Libia o los planes de medidas económicas duras que se discutirán en Bruselas el jueves. Ha ofrecido su apoyo al Gobierno para las dos iniciativas. Incluso ha rechazado por dos veces establecer comparaciones con la intervención en Irak, aunque sí ha dicho que el PP "siempre ha apoyado las intervenciones en el Exterior de España, otros no pueden decir lo mismo", en clara alusión.
El líder del PP ha demostrado que su discurso sobre la energía nuclear se ha suavizado mucho desde el accidente de Japón. Hasta ahora no había hablado. Hoy, preguntado en tres ocasiones, ha evitado entrar de lleno en el debate, ha dejado atrás su entusiasmo pronuclear -no ha dicho, como hacía antes, que es una energía "limpia y barata" ni se ha referido a los "prejuicios ideológicos" con los que antes criticaba a los que se oponían- y ni siquiera ha querido criticar a Angela Merkel por cancelar sus planes nucleares. "Respeto las decisiones de Alemania. Nuestra posición sobre la energía nuclear es la misma que la del PNV, CIU y PSOE, todos votamos la Ley de Economía Sostenible que plantea un consenso nacional sobre la energía nuclear. Eso sí, después de lo que hemos vivido en Japón entiendo que se haga un gran esfuerzo para seguridad", ha dicho.
¿Mantiene la promesa de no cerrar Garoña si Gobierna? Se le ha preguntado. "Estaremos a lo que digan los técnicos. Hubo un acuerdo de todos los partidos muy celebrado porque da certidumbre", se ha limitado a contestar.
Después, en los pasillos ha aclarado que él mantiene su idea de no cerrar Garoña, siempre que los técnicos no digan lo contrario.
El número dos del PSOE, José Blanco, aprovechó este fin de semana una entrevista en El Correo en la que Rajoy decía que hay "que trabajar unas poquitas horas más y cobrar un poquito menos". Blanco le pidió en un mitin que empiece por "dar ejemplo" y él mismo trabaje un "poquito más" y la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, cobre un "poquito menos" [su sueldo, de 240.000 euros anuales, ha sido polémico en Castilla-La Mancha porque triplica al de su rival, el presidente José María Barreda]. Se le preguntó a Rajoy si quería responder a esa crítica o si el PP tiene algún plan de bajada de sueldos en consonancia con lo que dijo en la entrevista. "Sobre eso, nada que decir", se limitó a contestar el líder del PP.
Rajoy se declaró "orgulloso" de haber votado el Estatuto de Andalucía aunque se haya declarado inconstitucional la parte referida al Guadalquivir. Rechazó cualquier comparación con el Estatuto de Cataluña, dijo que en el caso del andaluz sólo se ha echado para atrás un artículo y en el otro muchos más, mostró respeto a la sentencia del Constitucional pero remató: "El Estatuto es una muy buena norma. Es un magnifico instrumento. Volvería a apoyarlo".
Cervera mostró su disponibilidad a ayudar en la gobernabilidad de Navarra si fuera necesario. El quiere ser garantía de estabilidad, aseguró. Rajoy justificó la ruptura con UPN en su día "porque querían que apoyáramos la política económica del Gobierno de Zapatero, que es mala para España y Navarra, y el tiempo nos ha dado la razón", y pidió a los navarros que vean en el PP a un partido con fuerza en Madrid y en Europa en tiempos en los que ésta es muy necesaria, en clara contraposición a un partido local como UPN.
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