El acusado del doble atropello de Sevilla declara que no vió a las víctimas y que bebió cinco horas antes del suceso

El acusado del doble atropello mortal de dos chicas en Sevilla durante la pasada Semana Santa ha asegurado hoy que no las vio y que las víctimas debían cruzar por fuera del paso de cebra en el que se produjo el accidente.

Ha reconocido, no obstante, que el atropello se produjo en un momento de descuido cuando miró el cuentakilómetros y vio que circulaba a 60 kilómetros por hora.

En el juicio que celebra el juzgado penal 8 de Sevilla, el acusado, Fernando Vargas, de 35 años, ha declarado que esa noche, el Sábado Santo de 2010, solo había bebido dos cubatas cinco horas antes del siniestro, pese a lo cual en la prueba de alcoholemia dio 0,50 miligramos, el doble de lo autorizado.

El acusado, que se ha echado a llorar al final de su declaración, ha sido increpado a su llegada a la sala con gritos de "asesino", "canalla" y "dejádnoslo a nosotros" por parte de una decena de familiares de las víctimas: Patricia Alfaro, de 26 años, natural de Madrid, y Almudena González, de 30 años y residente en Mairena del Aljarafe (Sevilla).

Fernando Vargas se enfrenta a una petición del fiscal de nueve años y medio de cárcel por delitos de homicidio por imprudencia, omisión del deber de socorro, conducción temeraria, delito contra la seguridad vial y hurto, este último al haber reconocido que cogía el coche de su madre sin permiso, dada su dependencia de la cocaína desde veinte años antes.

El acusado ha declarado que desconocía que tenía el carné retirado por acumular siete sanciones con pérdida de puntos, ya que firmó el certificado de Tráfico pero no se enteró de lo que decía.

También ha negado haber huido del lugar de los hechos ya que paró unos doscientos metros más adelante, cuando pudo hacerlo con seguridad ya que había perdido la visibilidad al astillarse la luna delantera del turismo.

Aunque ha asegurado que conducía con precaución por tratarse del centro de Sevilla en la madrugada del Sábado Santo, un testigo que circulaba por la misma avenida ha dicho que el acusado se saltó un semáforo en ámbar y para ello no dudó en adelantar, a unos 100 kilómetros por hora, a dos coches por la derecha y por un espacio no habilitado para la circulación.

El imputado ha asegurado que se sentía "fresco" para conducir y en el mismo sentido se ha manifestado su amigo Andrián del Nido, hijo del presidente del Sevilla FC, que viajaba de copiloto, quien ha testificado que durante el trayecto Fernando Vargas condujo con tranquilidad, sin acelerones y sin saltarse semáforos.

La madre del acusado ha declarado a la juez que tenía "expresamente prohibido" a su hijo coger el coche debido a sus adicciones y a su historial de accidentes, ya que unos años antes se había salido de la calzada y el vehículo había resultado siniestro total.

La autorización o no de conducir el coche debe determinar si la compañía aseguradora o el Consorcio de Compensación abonan las indemnizaciones a las familias de las víctimas, que la Fiscalía cifra en 96.869 euros para cada una, los padres de Patricia en 500.000 euros y los de Almudena en 96.869 euros para los progenitores y 8.806 euros a cada uno de sus dos hermanos.