Las empresas: pocas intenciones, menos avances

¿Se avanza en igualdad con la que está cayendo? Los optimistas contestan que sí, que se va hacia delanteaunque a vecescon pasos cortos. Pero cabela duda: ¿Queda espacio para defender esas medidas equiparadoras entre mujeres y hombres, que pasan por mejorar la conciliación entre la vida personal y laboral, con los vientos que soplan? (léase una tasa de paro del 20,3% según la última EPA). ¿Cómoreivindicar la igualdad en la empresacuando el paro arrecia y la prioridades mantener el empleo?

Difícil saber de forma concluyente si ese derecho que consagra la Constitucióny quetiene norma propia, laLey de Igualdad de 2007, ha perdido puestos en las agendas, si la crisishorada este valor comoocurre con otros tantos.La tentación seríapensar que sí.Pero no hay datos públicos concluyentes que avalen esa sospecha. Es más, tras casi cuatro años de vigencia,ni siquierahayuna radiografía completa ni un balancede situaciónal alcance ciudadano de lo que ha traido la apuesta que hizo el Gobierno por la igualdad en la primera legislatura, más allá de las listas electorales paritarias. Tampocoexiste para uno de los principales ámbitos de la Ley de Igualdad, la empresa privada.Las leyes se publicitan, pero difícilmente se mide su efecto. Las escuetas cifrasoficiales disponibles solo permiten concluir quela igualdaden el ámbito laboral avanza con lentitud bajo el temporal económico, tutelada por un ministerio pluriempleado. El Gobierno guarda bajo siete llaves un informe balance con muchos claroscuros sobre la repercusión de la Ley de Igualdad.

Una forma de medir el avance es saber cuántas empresas tienen un conjunto de medidas para alcanzar los objetivos, es decir, disponen de plan de igualdad. Están obligadas a negociarlo todas las compañías con más de 250 empleados (existen más de 4.600). Y los números más recientes apuntan más a las buenas intenciones que a los grandes avances.

Por un lado, aumentan las empresas que tienen o se comprometen a tomar este tipo de medidas. En 2010 mencionaba este aspecto el 61,5% de los convenios publicados en el BOE (se difunden ahí los de ámbito estatal o de empresas radicadas en más de una comunidad), según las cifras que maneja el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Un buen dato si se tiene en cuenta que en los dos años anteriores llevaba este marchamomenos del 35%. Lo que resulta más preocupante es que solo se trate de 81 pactos laborales con previsiones sobre planes de igualdad, y que, de ellos, solo 14 incluyan un paquete concreto de medidas. Del dicho al hecho, va un trecho. Y además,¿cómo saber si el plan se cumple después? De eso tampoco hay datos.

Si se busca la radiografía en las estadísticas del Ministerio de Trabajo, se encuentran datos más genéricos y, de paso, más optimistas. De los 2.704 convenios firmados o renovados el año pasado, el 41,4% (1.114) tenían "cláusulas de no discriminación o promoción de la igualdad" entre mujeres y hombres. A día de hoy, 64 de cada 100 trabajadores con convenio disponen de algunas de esas medidas. Pero no sabemos cuántos tienen ese plan de igualdad amplio que debe corregir las desigualdades. Además,la brecha salarial se agranda con la crisis, según recogía, por ejemplo,La Vanguardia.Y no, no busquen los datos en la patronal. La CEOE es más que parca en cifras. ¿Revelador?